Blogia
Desde mi escaño

El País paga a un vago: El Comidista Míkel López Iturriaga

El País paga a un vago: El Comidista Míkel López Iturriaga

El sector periodístico de la crítica gastronómica ha crecido de manera exponencial en los últimos tiempos. Al igual que ha sucedido con el cine, ahora muchos comensales se dejan llevar por los comentarios vertidos en sus medios o en sus blogs por esa especie de gurús que, supuestamente, visitan los establecimientos y realizan las posteriores reseñas o críticas. La oferta de establecimientos en España es brutal y para destacar sobre los demás hay que ofrecer algo especial para conseguir la excelsa puntuación del experto gastronómico y, por supuesto, lo más relevante, el favor del público.

Antes deslicé la palabra supuestamente cuando hablaba de que estos periodistas que hablan y pontifican desde sus tribunas habrían tenido al menos la decencia de pasarse por el local antes de darle a la tecla. Y es que no siempre es así. Hay quien gana a perezoso a los del Rincón del Vago y prefiere montarse una nota sobre los peores restaurantes de España a base de las opiniones de los usuarios de las redes sociales o de páginas donde se hacen críticas al estilo cajón desastre: te puedes encontrar reseñas sobre restaurantes, hoteles o museos.

El caso que les traigo aquí es de un individuo que se hace llamar ampulosamente El Comidista, con blog de gastronomía en El País y que ha tenido a bien (o mal) liarse la manta de la galbana a la cabeza para destrozar una serie de locales en este país sin ni siquiera haber tenido el empaque de al menos haberlos visitado antes de darle a la tecla. Desde luego, el diario de PRISA se ha lucido teniendo en nómina a este tal Mikel López Iturriaga, más vago que la chaqueta de un guardia, que ha hecho un listado de los 20 peores establecimientos en función de lo que dicen los usuarios de Tripadvisor. Esto es lo que se llama irónicamente periodismo de investigación.

El problema es que dentro de ese listado nombra el restaurante Arrocería Aries, en Valencia, y claro, cuando te dejas llevar por cuatro internautas pasa lo que pasa, que no das ni una. Esto es lo que dice sobre el local en cuestión -Hit parade: los 20 peores restaurantes de España-:

“En una de las descripciones más disuasorias de la historia de la crítica gastronómica, una usuaria define uno de los platos del Aries como "el cielo de la E. coli". A tenor de lo que explican varios clientes, el punto fuerte de este lugar valenciano son los productos calientes por fuera y congelados por dentro. ¿Vanguardia o desastre? Ve y compruébalo, si eres valiente”.

El señor Iturriaga, que compra lo que dicen esos usuarios de Tripadvisor, se cubre de m….. porque es que no da ni una. La comida es casera, se prepara sobre la marcha y el personal es francamente agradable, amén de que la relación calidad precio está más que compensada. Me da la sensación de que hace tiempo que El Comidista debía haber llamado a su sección El Comisionista, es decir aquel que, supuestamente, come de gorra a cambio de críticas positivas o que te cruje con un artículo destructivo si no pasas por el aro. El Comidista ha ido más lejos y, directamente, para cubrir el expediente se hace un corta y pega con todo el papo. Claro, que la culpa también es de quien le consiente esta actitud fresca y de verdadero caradura.

1 comentario

Ana -

El artículo no engaña a nadie. Se limita a hacer un resumen de lo que hay en el Trip. Los lectores no somos tontos y ya sabemos lo eso significa. Hay personas descontentas que pueden poner varias reseñas, hay quizá alguien de la competencia cercana, y hay varios amigos del dueño del restaurante o una empresa contratada para ponerte en buen sitio en las webs.

Con todo eso nos hacemos una idea. ¿O hay que quitar las opiniones de los usuarios?

Ya está bien de restaurantes que hacen lo que les da la gana con total impunidad o que son muy buenos pero contratan 3 bodas a la vez y ese día te dan un churro diferente a lo hablado.

A cliente hay que cuidarlo, y no puede ser normal que 50 coincidan en lo mismo, alguien habría que dijera lo contrario sin oler a troll.