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Desde mi escaño

Zona Azul y Zona Verde: un atraco municipal a mano armada

Zona Azul y Zona Verde: un atraco municipal a mano armada

Un atraco a mano armada. Eso es lo que están haciendo en España muchos ayuntamientos con las llamadas zonas verdes y azules, una forma segura de recaudar dinero para las maltrechas arcas municipales, pero que dejan esquilmados los bolsillos de muchos conductores que, cuando sacan su coche, tienen claro que o le dan la pasta al Consistorio de turno o tienen que dejarse los cuartos en un parking privado. Claro, que también está la alternativa de alquilar una plaza de garaje que, según la ciudad y la zona, puede irse a más de 90 euros mensuales la broma.

Por ejemplo, en una gran urbe como es Madrid, a los dueños de los automóviles el Ayuntamiento les hace la vida imposible. Ya no es que sea el centro es que esté entre calles peatonalizadas y con zona azul, sino que los barrios tienen a mansalva zona azul y zona verde donde, según las horas, a veces aparcar te sale por encima de los tres euros cada hora. Y claro, no queda más remedio que rascarse el bolsillo. Sólo determinadas zonas de Madrid en la que los vecinos armaron la marimorena a base de destrozar parquímetros, bien derribándolos a patadas o incluso quemándolos, se salvaron de tener estas maquinitas del demonio, pero son solo la excepción que confirma la regla.

Por poner un ejemplo, en el Barrio del Pilar no hay calle que esté a salvo de zona verde o zona azul, hay que pagar en todas las vías e insisto que en función de tramo horario, aparcar puede salir por un auténtico pico. El único truco para poder ahorrar unos eurillos está en las dos horas de estacionamiento gratuito que ofrece el Centro Comercial La Vaguada donde incluso después de dejarlo cuatro horas sale mucho más rentable que dejarlo en la calle y encima con el inconveniente de que le puede estar dando el sol o hasta estar expuesto a que los amigos de lo ajeno te rompan el cristal y manguen todo lo que dejes en su interior.

De verdad, si los automovilistas ya tienen que pagar el impuesto de circulación que, dicho sea de paso, no sale nada barato, ¿por qué se les sigue sangrando de esta manera tan bestial? Luego algunos se extrañan de que la gente no coja el coche. ¿Para qué? Si es que casi sale más rentable darle dos euros diarios al mendigo que está pidiendo frente a la puerta de Día?

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