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Desde mi escaño

Los jóvenes canarios, líderes en el cibersexo

Los jóvenes canarios, líderes en el cibersexo

El verano siempre es fruto de toda suerte de estadísticas, sondeos y estudios ‘sumamente sesudos’ a la sombra de una palmera o de un cocotero. Sin embargo, me ha llamado poderosamente un dato que podía leer hace unos días en las páginas de ABC y que venía a decir que los jóvenes canarios (entre 18-35 años) eran los primeros de España en la práctica de cibersexo.

Sí, la generación que viene justo detrás de los que ya pasamos de largo los 40 tacos son unos auténticos especialistas en montárselo a lo grande sin salir de casa. Tan solo precisan de un ordenador o cualquier dispositivo móvil (tablet, iphone o similar) para darse un auténtico banquete sin necesidad alguna de tener que currárselo en la barra de un bar o en la pista de una atestada discoteca. Nada de eso.

Y es que hemos pasado del ciberligoteo en los chats para ir preparando un terreno a una posterior noche de pasión a ya dejarnos de medias tintas e ir directamente a saco. ¿Para qué aprendernos versos de Becquer o Neruda o para qué aparentar lo que en realidad no somos? ¿O para qué arreglarnos a conciencia si lo único que importar es enseñar todo el tema a través de la pantalla?

Algún amigo me comentaba que ahora los jóvenes canarios no tendrán que preocuparse por las ETS, es decir las Enfermedades de Transmisión Sexual. En todo caso, sólo puede que les quite el sueño quedarse sin conexión wifi en el clímax del ciberencuentro o que les puedan transmitir algún virus a través de algún vídeo y les deje el disco duro para el arrastre y para el desguace.

Pero, ya poniéndonos serio, ¿no creen, sinceramente, que estamos yendo muy lejos en este abuso de la tecnología? ¿Qué sucede con los sentimientos? ¿Acabaremos convertidos en personajes sin sentimientos como los que salían en Demolition Man donde el sexo se practicaba con una especie de aparato en el que estaba totalmente desterrado el contacto físico? ¿Acabaremos teniendo un ciberharem de hombres o mujeres a nuestra disposición y a un solo click?

Es una auténtica lástima que nuestros jóvenes canarios renuncien a los beneficios de un clima envidiable para hacer lo que venían haciendo generaciones anteriores, ligar en la playa, en el parque, en una terraza o en una discoteca para pillar cacho a través de las redes sociales. No es que lo vea sucio, es que simplemente me parece que no tener contacto directo con la persona en cuestión es algo vacío, soso, insulso y le quita toda la gracia al reto que supone poder conquistar a una persona por otra serie de encantos y no por exhibir on line un cuerpo más o menos espectacular. ¡Que pena que perdamos nuestras tradiciones!

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