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Desde mi escaño

Monedero, un jeta de ciudado

Tiene una desmemoria de campeonato y un rostro de mucho cuidado. Así es el que fuera ideólogo de Podemos, Juan Carlos Monedero, al que Pablo Iglesias ha rescatado del ostracismo para que vuelva a reactivar la radicalidad que parecía haber perdido el partido en los últimos meses.

Pues así, con su cara agria, su rictus avinagrado, se presentó Monedero en el Archipiélago canario acusando a todo el mundo de aviesas corrupciones. El del los 425.000 euros por un trabajo de asesoría sobre una moneda única para Latinoamérica, el mismo que tuvo que correr como alma que llevaba el diablo para hacer una complementaria ante Hacienda para que no le empurasen, vino hasta Canarias a dar lecciones de ética y honradez políticas y a poner el acento en los chanchullos de Coalición Canaria y a dejar a la altura del betún al presidente del PP canario y ministro de Industria, José Manuel Soria.

Mal, muy mal debe estar Podemos, peor incluso de lo que marcan los sondeos de opinión, cuando Monedero tiene que ir de plaza en plaza para tratar de recuperar votos. ¿De verdad se creen en esa formación que la gente les va a votar por llevar de pueblo en pueblo al pequeño saltimbanqui? De milagro no acusó a Fernando Clavijo de esnifar droga o a María Australia Navarro de dedicarse a las artes amatorias en hoteles de lujo. Tampoco hubiese sido descabellado pensar en ataques contra la vicepresidenta del Gobierno canaria, la socialista Patricia Hernández, la candidata que en su día se presentaba y la presentaban como la política del botellón. De haberlo sabido, igual hasta la llamaba borracha, pero los asesores de Podemos se quedaron en la superficie.

Monedero le hace tanto beneficio al partido como le puede hacer el alcohol a un cirrótico, es decir un completo estropicio. Su cabeza de lista en las Islas, Victoria Rosell, ha originado, automáticamente, el apoyo ciego y absoluto de un medio de comunicación más bien poco salado, pero a buen seguro que la visita de Monedero, el de las asesorías a razón de 425.000 euracos, habrá supuesto más bien una lacra que un beneficio de cara a las elecciones del 20 de diciembre de 2015.

Y es que no se puede venir en plan arrogante a colgarle sambenitos a la oposición cuando tú, Monedero, tienes tanto que explicar y tanto de lo que arrepentirte antes de venir a dar lecciones de moralidad. Tu nivel de credibilidad, Juan Carlos, es el mismo que el del pastor del cuento. Podrás engañar dos veces, pero a la tercera ya nadie te cree y la hemeroteca te coge por la pechera y te sacude buenas tortas de realidad contable. Claro que en CC ha habido corrupción, pero tú tampoco eres San Monedero, precisamente.

Artículo publicado en ABC Canarias

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