Carta abierta a Nike: tómense en serio la San Silvestre y respeten a quienes nos dejamos los cuartos

Señores de Nike:

Como organizadores principales de la San Silvestre Vallecana y yo, como corredor habitual de esta tradicional prueba popular, les escribo para que tomen cartas en el asunto si no quieren que la carrera acabe completamente desvirtuada.

A saber, quienes por distintos motivos no hemos podido correr la última edición de la San Silvestre, la de 2014 y tampoco hemos podido hacerlo en otras carreras a lo largo de 2015 por mor de diferentes motivos laborales, no tenemos problema alguno en tener que salir en la última oleada, la de las 18.15 horas. Hasta ahí, todo perfecto y todo en regla. Acatamos el reglamento como Dios manda.

Sin embargo, donde no podemos estar de acuerdo es que ese último cajón sirva para que gente de todo pelaje entre independientemente de si han pagado o no los 21 euros de rigor porque lo de la tarde-noche del 31 de diciembre de 2015 fue directamente para enmarcar. No resulta lógico que corran al lado nuestro gente que no solamente no han formalizado su inscripción en la prueba, sino que además tienen por norma ir haciendo el moñas poniendo en peligro la integridad física de los demás que sí pretendemos pasarlo bien haciendo lo que más nos gusta: CORRER.

Sin extenderme en más detalles secundarios, les diré que desde la salida tuvimos que esquivar a tres idiotas disfrazados de vendedores de Telepizza, con su caja correspondiente, que iban cruzándose de lado a lado, otras dos personas con perro, no sé cuántos padres con el carrito del bebé, luego quienes se paraban para hacerse un selfie en mitad de la calle Serrano o de la Puerta del Alcalá sin tener consideración con el resto de corredores. Curiosamente, toda esta gente iba sin el chip y sin la camiseta reglamentaria.

Pero ya el culmen fue llegando a meta. Delante mía se colaron varios tipos que no se habían inscrito pasando por debajo del arco de meta. Lo único que alcancé a escuchar fue al speaker decir: “¡Vaya, ya se nos han colado otros atletas sin dorsal!”. Y eso por no hablar de que alguno de ellos también aprovechando la marea de gente que había en línea de meta acabaron llevándose también bolsa de avituallamiento.

Así que o limitan la San Silvestre a quienes pagamos religiosamente los 21 euros u organizan otra San Silvestre para los frikis. Pero no pueden maltratar de esta manera a 9.000 personas que nos dejamos la pasta para que otros advenedizos tengan los mismos derechos sin haber puesto un solo céntimo. Y eso por no hablar de los cuatro locos que pueden aprovechar estas carreras para hacer Dios sabe qué barrabasadas aprovechando que un 25% de los atletas no están bajo ningún control.