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Desde mi escaño

Mamarrachos sin fronteras: Joan Tardá, Mayor Zaragoza y Willy Toledo piden la liberación del etarra Otegui

Señoras y señores. Ante todos ustedes se presenta en sociedad una nueva asociación, la de Mamarrachos sin fronteras, conformada por gente de la política, de la cultura, del cine y de las Relaciones Internacionales. Sus socios fundadores son David Fernández, el cupero sandalio de la alpargata contra Rodrigo Rato; Joan Tardá, el asalta emisoras episcopales; Federico Mayor Zaragoza, el diplomático reconvertido en estropajo y pingajo de la izquierda más radical; Juan Diego Botto, un supuesto actor cuyo mejor papel data de 1995 cuando hacía de perfecto pijo marginal en ‘Historias del Kronen’; y, el ingrediente esencial, el bufón número uno, el imprescindible en todo aquelarre antidemocrático, el facineroso de Willy Toledo.

Toda esta caterva de sujetos con pintas se han posicionado claramente a favor de la excarcelación de Arnaldo Otegui, el batasuno amigo del diálogo…rematado con el tiro en la nuca o la bomba lapa en los bajos de un coche. Esta repulsiva alimaña, que ya va a ser sacada de la cárcel el próximo 1 de marzo de 2016 (¡qué pena que no le dé un infarto de corazón, aunque este desalmado seguro que carece de eso!), ha concitado la solidaridad de toda esa fauna y flora. Especialmente me choca mucho el caso de alguien del nivel formativo de Mayor Zaragoza, una persona formada y cultivada, pero que lleva tiempo en una deriva peligrosa, sectaria y muy radical. Cualquier día se pone detrás de una pancarta a favor de la ETA. ¡Vaya forma de pudrirse un diplomático de prestigio!

Pues bien, con gente de esa asociación como el payasete de Joan Tardá quiere ser presidente Pedro Sánchez. Al del PSOE no le importa hipotecarse con tal de llegar a la Moncloa. Ya no es sólo que no le importe el interés general de España, es que es tal su odio y su licuada inquina hacia la derecha de este país que no va a tener complejo alguno en pactar con quienes pretenden cargarse nuestra nación. Al ‘guapo’ del PSOE le tendría que pasar factura verse aupado por verdadero delincuentes, por quienes le hacen la ola a los etarras y por los que lanzan salvas y loas de apoyo a los independentistas catalanes deseando que haya un referendo de irse de España. Pero a este elemento socialista le da todo igual, así salte España por los aires. Sólo le interesa ser investido presidente para que su petulante y presumida esposa, Begoña, presuma de ser algo más que primera dama. Al final no sabes quién es peor, si unos facinerosos que piden la liberación de un sanguinario etarra o el político que pacta con ellos.

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