Los Chikos del Maíz pican y miccionan fuera de tiesto

Se hacen llamar Los Chikos del Maíz y son tan conocidos como lo puede ser José Luis Perales en Corea del Norte. Sin embargo, los componentes de este grupo de raperos izquierdistas pretenden que se les dé bola a base de componer letras que van siempre en la misma dirección, cargando contra todo que huela a derecha como si fuese lo peor que tiene España. Nunca oirán en sus letras nada relacionado con las prácticas más que sospechosas que hay en Podemos. Al contrario, ellos serían capaces de ponerle letra y música a las decapitaciones de los contrarios a Pablo Iglesias para que el gran ‘Coleta Morada’ quedase como todo un remedo de Stalin.

Los Chikos del Maíz, en su última creación musical, le sueltan todo tipo de andanadas a dirigentes del PP. Por ejemplo, el vicesecretario de Comunicación del partido de Génova 13, Pablo Casado, es objeto de sus invectivas y de sus subversivas letras amenazándole con zulos y trabajos forzados o tachan a alguien como Bertín Osborne como un facha de tomo y lomo. Nada que decir sobre su líder porque no vas a picotear la mano del tipo que te da bombo y platillo en las redes sociales.

Este grupo musical, surgido en Valencia, parece tener una clara desmemoria a la hora de nombrar en sus letras las atrocidades de la banda terrorista ETA. Eso no existe para los miembros de la banda. Ellos sólo tienen una visión, la de la izquierda más extrema y radical y se ponen como gallos porque se saben jaleados por unos determinados políticos que les ríen las gracias y las canciones y además las difunden por las redes sociales.

Otra cosa bien distinta es que alguna de sus invectivas pueda ser constitutiva de delito y, tal vez, les estalle entre las manos o entre rapeo y rapeo alguna que otra demandita por incitación al odio o incluso por enaltecimiento del terrorismo. Los Chikos del Maíz han picoteado y miccionado fuera de tiesto. Afortunadamente, hay muchas opciones musicales en este país y no me verán yendo a un concierto de estos elementos ni gastándome un céntimo en sus discos sectarios a más no poder. Total, para eso ya tengo que tragarme las falacias de su líder político…y más que nada por cuestiones laborales.