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Desde mi escaño

Montero Joyeros: el factor humano por encima del económico

Montero Joyeros: el factor humano por encima del económico

La atención al cliente es un servicio que confiere un valor mayor al establecimiento. Ya sea un restaurante, un banco, una gasolinera, una agencia de viajes o una relojería. Sea cual sea el negocio que se tenga, lo lógico es dispensarle el mejor trato posible a la persona que va a tu tienda a adquirir un producto o simplemente realizar una consulta. Más que el ingreso económico en sí, de lo que más puede sentirse el propietario de una empresa, pequeña, mediana o grande, es que quien haya estado en la misma repita y, sobre todo, vuelva a la misma. Eso es de cajón.

Por eso, hoy quiero compartir con todos ustedes una grata experiencia que me ha sucedido en Montero Joyeros, en el madrileño Barrio del Pilar, concretamente en la Avenida Monforte de Lemos 107. Esta misma mañana acudí a ese establecimiento porque supuestamente se me había agotado la pila del reloj. Muy amablemente la dueña o la dependienta me atendió y cuando iba a sustituir la batería por otra nueva comprobó que lo que pasaba es que la que llevaba el reloj se había soltado ligeramente porque aún tenía carga suficiente.

Pero no sólo eso, le hizo el pequeño arreglo para que la pila no volviera a salirse y no quiso cobrarme absolutamente nada por más que insistí en que aceptase una pequeña propina, aunque fuese para que se tomase un desayuno. Nada, dijo que era su deber atender a los clientes con total amabilidad y que en realidad no había hecho nada en el reloj. En fin, un amor de persona a pesar de que, insisto, si no hubiese sido por ella, seguramente la deficiencia hubiese persistido aun cambiando la consabida pila.

Por eso, quiero agradecer desde estas líneas la atención dispensada por esta empleada porque a veces somos muy quejitas y sólo sabemos ver la parte mala de los negocios cuando no recibimos la atención a la que nos creemos acreedores. En este caso, sin duda, esta persona no sólo ha realizado su labor de matrícula de honor, es que ya tengo claro que, aunque quede lejos de mi casa, cualquier arreglo de relojes o joyas que tenga que realizar confiaré en esta tienda porque han demostrado que, por encima del negocio, está el hecho de que un cliente salga satisfecho con el servicio realizado. ¡Enhorabuena!

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