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Desde mi escaño

Las ayudas al alquiler en Canarias: el pitorreo que no cesa

Una vez más, y ojalá que fuese la última vez que tuviese que ocuparme de este tema, debo abordar una problemática de fuerte calado social como son las ayudas al alquiler en Canarias, una cuestión que parece preocupar más bien poco a nuestros gobernantes, ignorantes ellos de la situación extremadamente límite de muchas familias en el Archipiélago que esperan poder contar con esa partida para, al menos, asegurarse unos meses de tranquilidad y que la Espada de Damocles no caiga sobre ellos en forma de desahucio.

Me cuenta una fiel lectora que, a pesar de que este tema ya había sido denunciado hace tiempo, lo de la concesión de las ayudas al alquiler siguen durmiendo el sueño de los justos o, dicho de otra forma más poética, están perdidas en el limbo y sin que nadie del Ejecutivo canario explique qué pasa con esta subvención y, lo más importantes, cuando van a hacerse pagaderas para familias que, insisto, están pasando las de Caín para no ser víctimas de ser echadas de un hogar por no poder abonar la mensualidad.

La vicepresidenta del Gobierno de Canarias y responsable en materia de Vivienda, la señora Patricia Hernández, parece haberse olvidado de que ella tiene la competencia y por tanto no sólo los mecanismos, sino también la obligación de ponerse manos a la obra para agilizar los trámites. Lo que no puede hacer es jugar con esa gente que espera como agua de mayo la pasta para poder hacer frente a las exigencias de caseros que no entienden de plazos, quieren cobrar, como es lógico, y lo quieren hacer ya. ¿Dónde está este Gobierno de Canarias que tanto se llena la boca de apostar por las políticas sociales? ¿Acaso es que no es social preocuparse de que sus conciudadanos no tengan que verse en la calle pidiendo unas migajas de caridad?

Dijo la señora vicepresidenta que este tema iba a estar solucionado en el primer trimestre de 2016, pero estamos en mayo, ya casi finiquitando la primera quincena y aún no hay noticias al respecto. Ahora dicen que para junio-julio puede estar lista la cuestión. ¿Pero de 2016 o de 2026? Señora mía, póngase las pilas. Estamos hablando de seres humanos, no de plazas de aparcamiento o de la colocación de árboles.

Hablamos de personas que, en algunos casos, precisan, pero ya, ese dinero. ¿Acaso sabía usted que hay una persona con una discapacidad del 77% que va camino de sufrir el séptimo desahucio? Por la inacción del Gobierno canario, amén de algunos ayuntamientos que se empeñan en ralentizar y complicar los trámites, mucho me temo que se desconoce hasta extremos insospechados los dramas humanos de estas personas con nombres y apellidos.

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