UEFA Sevilla League

Europa es hispalense. Tres finales ganadas de tres jugadas de manera consecutiva, cinco UEFAS en el bolsillo desde el año 2006. Da igual el rival, el Middlesbourgh, el Español, el Benfica, el Dnipro o el Liverpool. El Sevilla se ha convertido en el especialista en coleccionar títulos europeos como si no costara. Lo de llegar a las finales es para los de Emery como quien va todos los días a la oficina y ganarlas es casi como firmar la nómina a fin de mes, cuesta llegar ahí, pero al final lo consigue.

Y eso que en esta final, al igual que le sucedió con la del Dnipro de 2015, comenzó con el rival marcando. Además con diferencias esenciales que ponían este 18 de mayo de 2016 un plus de dificultad al cuadro sevillano. Con los exsoviéticos había tiempo sobrado de remontar, pero esta noche, con los ingleses de Anfield, el gol, metido en el minuto 35 por Sturridge y con el temor en el cuerpo por estar a un paso de encajar el 0-2 antes de irse al descanso, la empresa se antojaba harto complicado.

Pero si algo tienen los de Unai Emery, aparte de dos huevos bien puestos, es una mentalidad a prueba de fuego. No conocen ni conjugan el verbo rendir. Son como esa lluvia fina, que no moja, pero va calando. Y eso el Liverpool de Kloop debía haberlo previsto, pero salió con la caraja y si 35 minutos le había costado a los reds meter el 0-1, a Banega y Gameiro les bastó medio minuto para igualar la contienda nada más reanudarse y dar comienzo al festival hispalense.

Porque a partir del gol del empate del Sevilla, Emery bloqueó todas las opciones del Liverpool, de todo un pentacampeón de Europa. Coke, por dos veces, sentenciaba a los ingleses y, en cierta medida, se vengaba de aquella final de hace 15 años, en 2001, cuando en un partido emocionante, vibrante, caprichoso y, sobre todo muy cruel, el Liverpool ganaba en el último suspiro a un valeroso Alavés por 5-4.

El único ‘pero’ para el Sevilla es saber qué hacer ahora. ¿Celebrar mañana el quinto título de la UEFA o esperar al domingo para poder doblar la celebración con una Copa del Rey frente al Barça o hacer una celebración Light y algo más lúgubre si los culés le amargan este título inflingiéndoles una derrota en el Vicente Calderón? Llegados a este punto habría que saber quién es el listo que programa en España las finales de la Copa. ¡Qué manera de jorobar una alegría!