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Desde mi escaño

Olvido Hormigos: sin oficio, pero con mucho beneficio

Sin oficio, pero con mucho beneficio. Olvido Hormigos, esta exconcejal de Los Yébenes que saltó a la fama por un golpe de dedo, sigue explotando su faceta de escándalos sexuales para poder aumentar sus ingresos y así mantener el elevado ritmo de vida que debe de tener a tenor, claro está, de que no le importa nada en absoluto perpetuarse en el escaparate mediático, en la mira de los devoradores de vidas ajenas, en esos pseudoperiodistas que sólo buscan carnaza, carroñeros de una supuesta actualidad que sólo ellos crean y destruyen a su antojo.

Hormigos, que siempre ha negado ser un personaje público como tal, no estaría en boca de los medios de comunicación de no haber sido, y lo repetiré millones de veces, por el famoso episodio del vídeo porno. Ella ha vivido desde el año 2012, desde el mes de septiembre concretamente, de ese filón. De no haber sido por el supuesto error en el envío del mensaje, nunca se habría sabido quién demontres era esta señora. Habría sido como cualquiera de nosotros, alguien que habría pasado por la vida de manera anónima, sin ser para nada centro de atención de los medios. Dicho con todos los respetos y entendiéndose el contexto, sería una completa don nadie, como lo es quien suscribe esta columna, un completo desconocido.

Pero ella sabe que está ahí por lo que está y ahora sólo tiene que seguir echándole leña al personaje para que pueda tener vida como una hoguera. En cuanto está a punto de consumirse, pues a buscar más combustible para que las llamas no se extingan. Esa es la táctica de Olvido Hormigos. Y a ella no le importa nada llevarse por delante, entiéndase igualmente no de manera física, sino de forma virtual, a quien sea. La última víctima de su ya larga relación de nombres asociados a sus pérfidos encantos es el del Conde Lecquio, otro acostumbrado a estas historias como todo el mundo recordará con su affaire con Mar Flores.

Al italiano, puede decirse en esta ocasión con toda la contundencia, la vida le ha aplicado la justicia divina. Él se enrolló con Mar Flores en una escena más que comprometida a sabiendas de que la modelo estaba en relaciones con un poderoso empresario, y ahora él, que quizá llevaba una vida más discreta, nuevamente casado, le dejan en paños menores al revelar Olvido Hormigos el nombre del maromo que supuestamente se ha venido tirando en los últimos tiempos. Eso sí, no es la exconcejal la que da el nombre en público, pero sí que se le escapa a María Patiño cuando habla del famoso polígrafo a la que se sometió la exedil socialista.

¿Y todo para qué? Pues para que haya material fresquito para el verano que entre el ‘Sálvame’ y el ‘Deluxe’ tengan lecho en el que poder revolcarse. Este es el precio de la fama o de la pseudofama que algunos están dispuestos a pagar, a cambio de un cheque cuantioso, pero también dejándose despellejar por los torquemadas mediáticos.

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