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Desde mi escaño

Colegio San Gabriel: eternamente agradecido

Colegio San Gabriel: eternamente agradecido

A cuerpo de rey…y seguro que me quedo corto. Así me han tratado durante cinco días en el Colegio San Gabriel (Aranda de Duero, Burgos) en el transcurso de la cuarta edición del curso ‘Prensa y Poder’, organizado por Periodista Digital. La atención de todo el personal ha sido más que exquisita, tanto que más que trabajar parecía que estaba disfrutando de unas mini vacaciones.

Cualquier cosa que he precisado a lo largo de esta semana nos la han proporcionado con la más amable de sus sonrisas, desde el primer café de la mañana (imprescindible y fundamental) a agua, refrescos,  poder solventar los problemas de conexión a la red wifi, lo que fuese con tal de que nuestra estancia fuera lo más placentera posible.

Y les puedo asegurar que aquí nadie es más que nadie, empezando por el director del Colegio San Gabriel, Enrique García Agüera,  pasando por el director del curso, Graciano Palomo, y terminando por el último voluntario. Aquí todo el mundo ha trabajado a destajo para que todo saliera a la perfección. Si nosotros, como medio de comunicación, hemos podido desarrollar nuestras funciones a las mil maravillas ha sido también en gran medida a la labor de todo un grupo de jóvenes que estaban siempre pendientes de todo, desde modular el sonido, la iluminación, tener todo perfectamente organizado entre charla y charla y, por supuesto, atenderte con rapidez y simpatía en el momento obligatorio de la pausa para el cafelito mañanero.

También puedo afirmar con rotundidad que esta espontaneidad la da la educación en valores, que aquí el propio director de la institución, primera imagen que se me quedó grabada nada más poner el primer pie en el Colegio San Gabriel, estaba barriendo por fuera, no te sorprende que todo funcione a la perfección y que los voluntarios, pese al agobio que sufrieron en algunos momentos, nunca perdieran la amabilidad con la que atendieron a todos y cada uno de los asistentes a estas jornadas.

Seguro que me dejaré más de un nombre en el tintero, ruego disculpen de antemano el olvido, pero reitero mis más hondos y profundos agradecimientos a Enrique García, a Cristina, su futura esposa, a Graciano Palomo, a Luis Balcarce (redactor jefe de Periodista Digital y secretario de los cursos) a Isabel, a Fernando Martín, toda una realidad de la gastronomía española, a todo el grupo de voluntarios de los que seguro me olvidaré de algún nombre: los Sergios, las Irenes, Marina y Pedro, al padre Paulino y a todos aquellos que han hecho posible que esta cuarta edición de los cursos de Prensa y Poder hayan resultado todo un éxito y ya con ganas de volver en una próxima edición. Lo dicho, felicidades y enhorabuena.

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