El zasca sexual de Sandra Barneda a Aída Nizar

Está claro que a Aída Nízar no la ha llamado Dios por el camino de la diplomacia. La vallisoletana, muy guapa ella, hace bueno el dicho eso de que calladita está…eso, guapa. Esta mujer, que ya la lió parda con el embajador de México en España hace algunos años y que le supuso estar fuera de la órbita de Telecinco durante varias temporadas, ha vuelto a la televisión y lo hace demostrando que lo suyo no es el tacto ni las buenas maneras.

Nízar protagonizó un agrio enfrentamiento con Sandra Barneda, presentadora de ‘El Debate de Gran Hermano VIP 5’, a cuenta de la palabra, con perdón, ‘maricón’ que un concursante le había espetado a otro. Para la ‘gran hermana’ ese término no era nada insultante ni despreciativo y hasta se permitía el lujo de hacer una comparación no sólo peligrosa, sino también errónea. Según ella, tampoco pasaría nada si alguien le dijese que es ‘heterosexual’…y se quedó tan ancha como pancha.

El problema, y ahí estuvo divina en la respuesta Sandra Barneda, es que no es igual que te diga heterosexual, que al fin y al cabo define una inclinación sexual a que te llamen ‘maricón’ porque en este último caso tú estás humillando y vejando a la persona, amén de que hasta puede ser considerado un delito de odio porque nadie merece ser insultado ni en función de su raza, creencia o sexo. Pero eso a Nízar parece resbalarle bastante.

Posiblemente, a esta mujer habría que explicarle que en España se han hecho mucho esfuerzos a lo largo de los últimos años para evitar conductas homófobas, que nadie puede discriminar o reírse de otra persona porque le atraiga alguien de su mismo sexo.

Si Nízar es heterosexual, pues que lo celebre como mejor considere, que se dé un homenaje por todo lo alto, pero que deje de estar opinando sobre lo que puede o no puede sentir otra persona cuando recibe un adusto y áspero ‘maricón’ en todo el gepeto. Menos mal que Barneda, una persona con dos dedos de frente, la dejó desarmada y desarbolada a la tertuliana vallisoletana, a la que desde luego no creo que inviten a dar el pregón del día del orgullo gay en Chueca.