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Desde mi escaño

Una Copa descafeinada

Una Copa descafeinada

La Copa de Confederaciones que se está disputando en Sudáfrica comienza verdaderamente esta semana con la disputa de las semifinales y la gran final del próximo domingo. Seamos sinceros. Hasta la fecha lo único que hemos tenido han sido entrenamientos más o menos plagados de público y con las famosas vulvuzuelas dejando los pabellones auditivos para el arrastre. Está claro que, salvo sorpresón de los grandes, el título se lo jugarán Brasil y España, los dos únicos combinados que se han tomado en serio esta competición. Italia, tercera en liza, ha ido de más a menos, y al final se ha quedado apeada de los cruces por un simple gol. Es más, que Estados Unidos sea el rival de los de Vicente del Bosque habla muy mal de la calidad de los rivales que había en el grupo de la canarinha. Italia o Egipto tenían más potencial que los yanquis, pero tampoco hay que negar que cuando no se está a gusto en un lugar, uno tiende a desconectarse. Lo que le ha pasado a los transalpinos no es sorprendente, ya que muchos de los seleccionados no querían acudir a esta Copa, pero sí es más sorpresivo lo acontecido con los egipcios, que dieron el todo por el todo frente a brasileños e italianos, pero incomprensiblemente se vinieron abajo frente a Estados Unidos, y eso que si el partido hubiera quedado 2-0 o 3-1 los que hubieran pasado eran ellos, no los norteamericanos.

Ahora, ya con las semifinales definidas, España frente a Estados Unidos y Sudáfrica contra Brasil, el pronóstico parece bastante sencillo, pero convendría no fiarse. De hecho, los estadounidenses son, según la FIFA, la decimocuarta selección en el ranking mundial, muy por encima de los tres truños que han tenido los españoles en la primera fase, y no olvidemos que costó Dios y ayuda derrotar a los iraquíes, aunque estos se enlataron en defensa hasta la saciedad, evitando encajar muchos goles y así tener opciones en el última jornada. Por darle un poco más de emoción al encuentro, tampoco debemos desechar que hace un año, más o menos, en un amistoso disputado en Santander, la Selección Española sólo pudo ganar por 1-0. La otra semifinal, la que juegan los anfitriones y los brasileños, el único plus al que pueden agarrarse los sudafricanos es, simplemente, el de jugar en casa, pero poco más. Viendo el juego insulso desplegado por los locales, parece que Brasil lo va a tener muy fácil no sólo para pasar, sino también para golear con cierta ligereza.

Lo que sí está claro, ahora que España ha ido por primera vez a una Copa Confederaciones, es que se trata de un torneo establecido para que la FIFA haga caja. Nos guste o no, ya tenemos un Mundial donde se dilucida qué combinado es el mejor del planeta. Lo de esta competición, sinceramente, sirve para muy poco, apenas despierta el interés de los aficionados y sólo ahora en estos partidos decisivos se elevará la expectación. Estoy convencido de que seguirá teniendo más relevancia ser subcampeón en un Mundial que ganar esta mini Copa. Es más, muy pocos conocían que países como Dinamarca o México cuentan en su palmarés con este título. Sí, para engrosar el palmarés está muy bien, pero de resto poco más lustre se le puede sacar, a excepción de que prohiban para la celebración del Mundial las famosas vulvuzuelas.

1 comentario

Lewis Rogers -

Este invento es una forma más de hacer negocio a costa de televisiones y patrocinadores, donde el único que se lleva las divisas es la FIFA, amén de unas vacaciones en semejante destino al sur del África para sus dirigentes. Es un torneo que no por interesar, ni siquiera interesa a los jugadores, que se lo han tomado como una postemporada en un lugar exótico sin grandes exigencias. Una competición, que por lo que se ha visto hasta ahora, es una especie de escaparate para posibles fichajes, pero poco más. Como contrasentido, el énfasis que pone el locutor de T5 intentando vendernos un producto que de antemano sabemos que no tiene sino el valor de una baratija. Un sarao que sobra en los calendarios futboleros del año, pero que como papá FIFA manda...