Nosotros ya tenemos Fallera Mayor. ¡Olé @jjaviervazquez! http://bit.ly/2nhyhyG
Cuestión de prioridades: el 'piquito' de Rubiales importa más que el bestial asesinato de una mujer

La sociedad española tiene un serio problema.
O tal vez ya no es la sociedad en sí. Quizá son esos medios de comunicación que escogen con un fino olfato las causas que promocionar por encima de otras más relevantes.
Estos días han coincidido dos hechos relevantes que han dejado patente cuáles son las prioridades de medios como la televisión.
Por un lado, el seguimiento masivo del juicio a Luis Rubiales por el famoso ‘piquito’ a Jenny Hermoso y, de la otra parte, el bestial asesinato de una mujer a manos de su pareja en la localidad malacitana de Benalmádena.
¿Qué hecho creen que está teniendo más repercusión mediática? Efectivamente, han adivinado. Interesa más el juicio al expresidente de la Real Federación Española de Fútbol por su gesto gañán que un asesinato tan tremebundo.
Y no seré yo quien rompa una lanza por este elemento porque, entre otras razones, debería de haber estado hace mucho tiempo antes sentado en el banquillo a cuenta de sus turbios negocios con Piqué para que la Supercopa de España se juegue en Arabia y no en nuestro país.
Pero es que nos venden a Rubiales poco menos que como un depravado, un depredador y un personaje que debería de estar encerrado a perpetuidad y estamos olvidando lo relevante, que un maltratador, un asesino anduvo suelto, a pesar de las denuncias presentadas por la mujer.
Y no solo eso. ¿Cuántos conocen el nombre del criminal? ¿Han podido ver su foto? ¿De dónde es? Nada. Una especie de ‘omerta’ se ha instalado en este caso. Lo mismo que en otros similares.
Aquí lo que importa es el beso, el pico y la ordinariez de Luis Rubiales y que le caigan tres años o más de prisión. En cambio, al facineroso de Benalmádena, al cual se le esconde su filiación y su rostro, acabará por tener, en proporción, una condena menor y, a poco que nos descuidemos, para 2040 estará fuera de prisión. Y no será noticia porque los asesinatos de mujeres en España los hemos naturalizado como quien se bebe un vaso de agua.
La pregunta resulta obvia, ¿si por un piquito se piden 3 años de cárcel, cuántas vidas tendría que tener el asesino de Benalmádena para redimirse mínimamente del bestial crimen cometido?