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Desde mi escaño

Pastelería Granier: ¡Qué viva el libre mercado!

Pastelería Granier: ¡Qué viva el libre mercado!

La economía de libre mercado, como su propio nombre indica, implica que cada persona que tiene un negocio puede hacer lo que buenamente le venga en gana con él. Habrá quien lo apueste todo a la calidad estableciendo unos precios prohibitivos, pero confiando en que el cliente prefiera llevarse a casa un producto exclusivo. Otros comerciantes, en cambio, se lo juegan todo a reducir costes en la elaboración para dar a su público una mercancía lo más barata posible y hay quienes tratan de combinar ambos aspectos o, incluso, aun dándole un plus de calidad a sus producciones, coloca unos precios sumamente competitivos y eso parece despertar la envidia y las maledicencias de los competidores.

Yendo al grano (y nunca mejor dicho), se ha levantado una agria polémica entre los obradores de la Villa y Corte porque una empresa, Granier, se ha implantado por varios lugares de Madrid y su provincia y está atrayendo a un ingente número de clientes ofreciéndoles calidad y unos precios que son más que atractivos. ¿Y qué pasa cuando el nuevo consigue atraer a un público que otros establecimientos ya creían fidelizado de por vida? Pues están entre los que lo asumen como algo normal y que son las reglas del mercado o quienes se cabrean y empiezan a levantar toda una serie de infundios que, dicho sea de paso, puede costarles una denuncia en los juzgados no sólo por falso testimonio, sino también por lesionar el honor y el nombre de una firma.

Como me gusta ser fiel a la realidad, me enteré de la existencia de Granier a través de un reportaje en El Mundo y que se titulaba ‘La guerra del curasán’ y se explicaba con todo lujo de detalles que mientras en este establecimiento te puedes tomar un croissant y dos cafés por 2,60 euros, en cualquier otra pastelería te puede salir la broma por el doble (y eso como poco). A mí, desde luego, me han conquistado y en la capital hay muchísimas tiendas de esta pastelería, así que puedo caer en la tentación en cualquier momento y en cualquier calle.

Dice la Asociación de Pasteleros de Madrid que han desaparecido 300 de las 800 pastelerías que había, pero pone el acento en que la llegada de Granier ha afectado a los sitios donde se ponen, es decir, que ya se tira con bala. Pero quien va con la artillería a tope es Francisco Valverde, fundador de Valpan y Vait, con más de 15 establecimientos, que se queja de que los precios de Granier son absolutamente imposibles e inasumibles con los costes actuales de materias primas y energía y añade que su objetivo es acabar con los negocios cercanos y cuando no haya competencia subir los precios.

Eso podría entenderse como una pataleta, pero lo siguiente ya es una acusación en toda regla que, evidentemente, los propietarios de Granier están valorando si meter o no en un juzgado. Asegura el fundador de Valpan sobre Granier que su “pan es congelado y la bollería es industrial, pone en peligro a los obradores, ya que los verdaderos panaderos, que hacen pan con materias primas de calidad, no pueden hacer frente a una competencia aparentemente desleal”.

Insisto en destacar que para mi desgracia o mi suerte soy bastante goloso y he probado croissants de varias pastelerías de Madrid, Barcelona, Santa Cruz de Tenerife, Salamanca….y este pasado viernes 22 de noviembre acudí a Granier en la calle Alcalá y puedo aseverar que no encontré diferencia alguna con otros que se hacen en esos obradores que algunos entienden más tradicionales. Bueno, sí que hallé una diferencia, que por lo que me cuesta en una pastelería equis un croissant, en Granier me llevé tres, uno para el momento y los otros dos que me los he desayunado tan ricamente mientras terminaba de hacer este artículo.

1 comentario

María -

En el amor y en la guerra todo vale, dice el dicho. Y ¿si se puede desayunar por 3 € porque se va a desayunar por 6€? Sería de poco inteligentes. Eso es como, por ejemplo, comprarse una cazadora de cuero. ¿ porqué pagar por ella 1000€ si la puedes comprar por 300? Y siempre será una cazadora de cuero.
No siempre lo barato sale caro.
Si Granier se lo ha curraó para buscar una estrategia con la que vender, eso, en sí mismo, no es malo. Los otros negocios se tendrán que espabilar para que no les quiten el pan de la boca.

Y, en ocasiones, un desayuno sabe mejor, incluso, dependiendo de la compañía con la que lo tomes.


@MMariaSp