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Desde mi escaño

Yéremi Vargas: informen a su familia y no den más datos del secuestro a la prensa

Han pasado nueve años del secuestro-desaparición del menor Yéremi Vargas, el pequeño que desapareció en la localidad de Vecindario, en el municipio grancanario de Santa Lucía de Tirajana, y cada vez que se cumple el aniversario de este enigmático capítulo surgen nuevas pistas que reactivan la investigación y que al menos hacen albergar a su familia alguna esperanza de saber exactamente qué es lo que ha pasado y quién o quiénes han sido los facinerosos que no sólo han arruinado la vida de este pequeño, sino también la de unos padres y unos abuelos destrozados ante lo que ha sido un caso increíble y en la misma altura que el de Sara Morales, otro suceso sin resolver casi una década después.

Sin embargo, me permitirán ustedes que sea un aguafiestas y les eche agua al vino y enseguida van a entender por qué. Miren, yo celebro abiertamente todos los avances en la investigación de este caso y considero que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad están realizando un trabajo ímprobo en la solución del secuestro de Yéremi y que, a pesar de haber transcurrido ya nueve años, no ha habido día en el que no se haya pensado en el paradero del ya hoy adolescente (Dios quiera que aún estuviese con vida), pero considero que a veces, de manera inconsciente, se aportan demasiados datos por parte de los investigadores y creo que eso no es positivo para el feliz desenlace de los acontecimientos.

Tanto en el caso de Yéremi Vargas como en el de Sara Morales estamos ante unos psicópatas, gente que no tienen aprecio por su vida propia como para tenerla por la de quienes capturan. Seguramente, como en la película ‘La Habitación’, sean personas sin sentimientos, seres asociales, ya no antisociales, incapaces de empatizar con nadie, gente que sólo vive para satisfacer sus oscuros deseos…pero tampoco viven tan aislados como pudiéramos creer. Esta gentuza está pendiente de lo que sale en los medios de comunicación y ponerles sobre la pista de que la Policía está buscando al propietario de un Renault 5 blanco no es la mejor manera de estrechar el cerco.

¿Por qué estos avances policiales no le son comunicados fehacientemente a la familia y a los medios de comunicación se les deja más al margen? Sé que los de la prensa siempre queremos y reclamamos más información, que nunca nos parece suficiente, pero en este caso, con una hipotética vida en juego, no le demos ventaja al enemigo, no seamos correa de transmisión para que un loco puede todavía recrearse más en sus atrocidades. Yéremi tiene que ser encontrado, pero no hace falta darle publicidad a las pesquisas de los investigadores. Los padres y los abuelos deben ser los únicos que tendrían que estar permanentemente informados.

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