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Desde mi escaño

Menos política y más Matemáticas

Se han creído que los jóvenes son seres a los que se puede manipular a gusto de consumidor y que, cuando están tranquilamente en un aula mientra un profesor les imparte una clase de derivadas e integrales o les está introduciendo en el apasionante mundo de los tres principios de Newton o en las siempre entretenidas reglas de nuestra gramática parda, pueden entrar como un elefante en una cacharrería por el aula y ponerse a machacar a los alumnos con principios de política que, por supuesto, tiene un sesgo perfectamente dirigido e inclinado hacia una ideología, la socialista en el caso que nos ocupa.

Y es que ha sido Nuevas Generaciones en Tenerife la que ha puesto sobre aviso y alerta a quien corresponda que miembros de Juventudes Socialistas en Santa Cruz de Tenerife están yendo por los institutos de la capital captando nuevas bolsas de futuros votantes, imagino que, además, con la anuencia y el consentimiento de directores de los centros y de los profesores encargados de impartir asignaturas en la franja escogida por estos avispados embriones de nuevos políticos que, al igual que se hace en las sectas, tratan de captar más gente para la causa. Y si cuela la estrategia, pues mejor para el PSOE.

Miren, para no pecar de hipócrita, a mí no me preocupa ni me molesta que los jóvenes de 15-16 años comiencen a tener preocupaciones o intereses por la política. De hecho, es bueno que no estén aislados de un mundo real al que tarde o temprano tendrán que enfrentar. Pero, una vez dicho esto, a esas edades no está para que se les dé el mitin. Dicho de otra manera, no es de recibo que aquí se abran las puertas de unos institutos a unas determinadas filiaciones políticas simplemente porque los responsables de esos centros educativos tengan el carné en la boca y tengan que entregarse apasionadamente a la causa prosocialista. Pues no, ni socialista, ni conservadora, ni podemita, ni ciudadana ni mediopensionista. Nada de nada.

De verdad, nuestros alumnos canarios llevan años registrando los peores resultados de todo el sistema educativo español y sólo faltaba que a las carencias que ya sufren, encima se les quiten horas lectivas para que unos espabiladetes de las Juventudes Socialistas vengan a pegarles el mitin entre la clase de Matemáticas y la de Química. Nada de eso. Los discursos políticos para fuera del instituto. Pero en el aula no puede estar el estudiante distraído y entretenido con estas cosas que, en su momento, pueden venirle bien, pero en junio no le van a preguntar por la última mamarrachada de Pedro Sánchez, sino por cómo resolver una integral, escribir perfectamente la fórmula del anhídrido clorhídrico o saber resumir en dos folios la Revolución Industrial en España.

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