Autodestrucción socialista en Santa Cruz
El PSOE jamás podrá gobernar en el Ayuntamiento Santa Cruz de Tenerife mientras siga en la misma línea de devorar a todos los líderes que presenta elección tras elección. El turno le ha tocado ahora a Gloria Rivero, que fue la aspirante del partido del puño y la rosa en la convocatoria del año 2007, y que ha visto como ha sido relegada de la portavocía del grupo municipal. Hay quienes señalan en el PSOE santacrucero que ha sido casi a petición propia, que quiere centrarse más en su labor en el Congreso de los Diputados. Entonces, digo yo, ¿a qué viene jugar con el voto de los ciudadanos? Sinceramente, no me creo las explicaciones que salen desde la sede de Pepita Serrador, pero ya sabemos como se las gastan en esa agrupación y quien no calla, acaba con la lengua cortada en cachitos.
Lo que está claro es que un partido que se precie y que desee gobernar en cualquier circunscripción no puede estar cambiando de cara cada cuatro años. Se supone que cuando uno se presenta a las urnas, tiene que tener asumido que igual puede ser elegido para mandar, pero también le pueden encomendar ir a la oposición, pero no para que vaguee, sino para que cumpla con el cometido de fiscalizar la labor del grupo de Gobierno y también para presentar alternativas. Dejarse dormir por la falta de apoyos necesarios para sacar adelante las mociones es lo más cómodo, pero también pasará factura en la siguiente convocatoria electoral. En el caso de los socialistas de Santa Cruz de Tenerife, no es que se dejen dormir, es que sufren de insomnio, rozando el sonambulismo, para evitar que el uno apuñale por la espalda al otro. A Rivero le ha pasado lo que en su momento a Manuel Santana y podemos irnos más atrás en el tiempo. Está claro que mientras vayan cambiando de líder (o lideresa) los votantes no tomarán al PSOE como un partido que pueda ser una verdadera alternativa a Coalición Canaria, formación que, por otra parte, se las va a ver negras para promocionar al próximo candidato, dado que Miguel Zerolo no repetirá más en el cargo. En la calle Juan Padrón, la sede del PP, se tienen que estar frotando las manos, siempre y cuando a Cristina Tavío no le dé por un ataque de celos y se cargue a Ángel Llanos, que todo es posible en la viña del señor, máxime en un partido acostumbrado a hacer difícil lo fácil.
En fin, veremos a ver qué pasa finalmente con los socialistas santacruceros, si José Manuel Corrales Aznar (¡vaya segundo apellido para un socialista!) opta por dar la cara y presentarse a unos comicios y que sean los ciudadanos los que le den el respaldo o la espalda. Es muy fácil estar en la sombra, manejando los hilos, pero sin tener que dar explicaciones a las bases de por qué se han producido tales o cuales resultados en las urnas. Si algún día el PSOE capitalino se aclara y empieza a demostrar a los ciudadanos que sabe lo que quiere, quizá empiece a tener opciones de poder rascar bola en el Ayuntamiento. Mientras tanto, seguirán viendo la vida pasar y varios cabezas de lista más quemados que la moto de un hippy.
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Máximo Medina -