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Desde mi escaño

Una ciudad de blanquiazul

Una ciudad de blanquiazul

El CD Tenerife se enfrenta a un desplazamiento, una vez más, que se ha catalogado como de auténtica final. Los de José Luis Oltra rinden visita este sábado al Hércules, un rival que está a un solo punto de la tercera plaza y a cinco del segundo puesto que ocupa en la actualidad la escuadra blanquiazul. Evidentemente, el partido es importantísimo, pero sobre todo para los alicantinos que no pueden dejar escapar los tres puntos en litigio si quieren mantenerse con opciones de luchar por el ascenso. Esa ansiedad del contrario es con la que debe jugar el Tenerife para sacar, cuando menos, un empate en esta visita al José Rico Pérez, donde se espera una entrada de esas calificadas de reventón. Hasta el momento, dentro de la segunda vuelta, los de Oltra han demostrado ser un club que ha podido con todas las presiones, sobre todo desde que empezó el que califican el Tourmalet, salidas a los campos de los primeros clasificados, Salamanca, Rayo Vallecano, Real Sociedad, Zaragoza. De esos doce puntos, el cuadro tinerfeño ha salido con dos victorias y dos empates, ocho puntos, cuando en casa, en la primera vuelta, sólo sumó cuatro, es decir, lo que da un triunfo y una igualada.

Ahora le espera un Hércules que no se antoja rival sencillo, aunque ha tenido su pequeño bajón y hace dos semanas, por ejemplo, fue incapaz de derrotar en casa al Nástic de Tarragona. Y parecerá un tópico, pero es que si los jugadores preparados por Oltra consiguiera ya no el empate, pero sí la victoria, entonces si podemos pensar a lo grande, en celebrar la consecución del ascenso incluso antes del partido que medirá a los tinerfeños el 7 de junio ante el Xerez y donde, de propina, cuatro clientes del banco que patrocina la Liga Adelante pueden llevarse una morterada de dinero en el caso de acertar con el chut desde el centro del campo, un atractivo más, sin duda. A estas alturas de la competición nadie pone en tela de juicio el ascenso de andaluces y tinerfeños. Los primeros, porque incluso su temerosa afición ya lo da por hecho y los segundos porque casi llevan una vuelta completa sin perder. De hecho, la última derrota del Tenerife se produjo a principios de año en el estadio de Chapín, desde ahí, todo han sido alegrías, salvo esos dos empates consecutivos ante equipos menores como el Alicante o el Albacete, formaciones que, por otra parte, le han fastiado más de medio ascenso al Rayo Vallecano.

Por supuesto, siendo respetuosos con todos los equipos que hay en liza, incluso con el ya descendido Sevilla Atlético, donde tendremos que ir dentro de quince días, a finales de mayo, hay que empezar a preparar la gran fiesta blanquiazul y esa iniciativa comentada en los micrófonos de la Cadena Cope por parte de Guillermo García sobre un grupo creado en facebook para que se habilite un lugar en el que se puedan presenciar todos los partidos del Tenerife que queden hasta el final de la campaña tiene que ser tomada en consideración por alguna autoridad política competente. Al parecer, el concejal de Deportes del Ayuntamiento de Santa Cruz, Jaime Hernández Abad está sopesando la posibilidad de que se haga algo similar a lo que sucedió en junio de 2008 con la Eurocopa ganada por España. Pues nada, invito al concejal a que, dentro de las posibilidades que dejen los operadores televisivos, calque la idea y que la plaza del Príncipe, igual que se vistió de rojo y amarillo, lo haga ahora con los colores blanquiazules. Quizá para este sábado sea precipitado, pero sí podría ser factible en la siguiente cita, contra el Alavés, que será presumiblemente un domingo a mediodía.

1 comentario

Lewis Rogers -

Las rachas, dijo un viejo periodista deportivo, están para romperse. Eso le pasó ayer al Tenerife en ciudad totalmente blanquiazul, aunque en este caso el triunfo se quedó en casa. Siempre es agradable ver ambientes como el de Alicante, pero la disputa del encuentro sólo quedan los fríos números. El Tete sigue segundo y con ganar los partidos de casa tiene el ascenso casi en la mano. Fuera, todo lo que sea arañar algo siempre vendrá bien, pero el momento de la tranquilidad y no el de echar los trastos a la cara. Buena imagen, pero resultado adverso. Es una estampa que se repite mucho en el fútbol actual. Por cierto, la plaza del Príncipe parece un lugar idóneo para insuflar ánimos al equipo dentro y lejos de la isla.