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Desde mi escaño

España, en contra de los buenos principios

España, en contra de los buenos principios

Ya estamos como hace un año o como hace dos meses y medio. La España cestística del Mundial comienza igual que la que ganó en 2009 el Europeo de Polonia o la futbolística en tierras sudafricanas. Los proyectos triunfadores de los combinados rojigualdos tuvieron similar arranque, derrotas inesperadas y ayer, para no fallar a esta tradición, nos apuntamos la primera en la frente, aunque, paradójicamente, parece que puede tener sus beneficios.

Los franceses, todo hay que decirlo, nos pintaron la carita. No supimos gestionar rentas por encima de los diez puntos, estuvimos más fallones que nunca desde la línea de tiros libres (eso va por rachas y, sobre todo por cuestión de confianza) y el equipo en sí pareció como deslavazado, como si después del partidazo jugado frente a los Estados Unidos nos fuesen a respetar los otros 22 equipos que toman parte en el Mundobasket, excepción hecha de los norteamericanos.

Lamentablemente, viendo como tornaban las cosas en el segundo cuarto, más de uno se acordó de lo acontecido con Serbia o con el paralelismo futbolístico con Suiza. Son de esos partidos donde, sin saber dar con la explicación correcta, lo cierto es que ves como te la van a meter doblada. Sólo falta saber el cuándo y Francia lo hizo de la manera más inteligente, cuando ya empezaba a pesar la presión del final del encuentro. Y, por supuesto, España ’ayudando’ con fallos masivos.

De todas maneras, siempre hay motivos para la esperanza y el resto de nuestros rivales de grupo no parecen grandes amenazas, si exceptuamos a los lituanos. Aun así, mejor no confiarse. Esta tarde-noche tenemos enfrente a los pizpiretas neozelandeses que, sin ir más lejos, le plantaron batalla a Lituania.

Eso sí, no todo es negativo. Dando por hecho que Estados Unidos será líder de su grupo, en el supuesto de que España quede segunda, el duelo entre españoles y yanquis no se produciría hasta la mismísima final. Pero todo esto son hipótesis complicadas de manejar y ya se sabe que jugar a futurólogo e intentar afrontar un partido haciendo las cuentas de la lechera...suele conducir al fracaso más espectacular.

1 comentario

Lewis Rogers -

No es que España no se apunte a un buen comienzo, sino que reinó un exceso de confianza. Francia no es una perita en dulce, aunque le falten algunos jugadores NBA y es lógico que pasara lo que sucedió por el simple hecho de que el equipo de Scariolo jugó muy mal en ataque. La defensa pase, pero a la hora de la ofensiva ni metían una ni pa Dios. Todos se borraron de la pista, incluido el técnico italiano, que achacó la derrota a la buena defensa gala. ¿Y el ataque propio, qué? Una mala tarde la tiene cualquiera, en términos taurinos, pero hubo fases en la segunda mitad que la imagen era poco menos que penosa. Un tropiezo se puede permitir, incluso hasta dos, pero ojo luego a los cruces que pueden ser peores si los resultados fueran más lógicos teniendo en cuenta a los favoritos por grupo. Cuando escribo esto sé que Argentina cayó ante Alemania y que España ganaba su primer partido ante la débil Nueva Zelanda. Pero insisto, con un ataque como el de ante Francia, nos puede ganar cualquiera. Ojo al dato... es así de duro.