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Desde mi escaño

Salamanca, diversión económica y de calidad

Salamanca, diversión económica y de calidad

Con la crisis económica actual, todo el mundo, pero especialmente los más jóvenes, cuida mucho el euro. Salir de marcha se ha convertido en algo oneroso para los bolsillos, sobre todo en ciudades como Madrid o Barcelona, donde 50 euros te dan para bien poco. Y es que, salvo excepciones, cualquier local del centro de estas dos grandes ciudades tiene una simple caña por encima de los dos o de los tres euros (y ya no vayamos al caso de consumir una cerveza de más calidad o una copa, porque entonces al tercer o cuarto local ya toca hablar con Botín para que nos abra una línea de crédito).

Sin embargo, afortunadamente, siempre está el recurso de juntarse tres o cuatro amigos, coger el coche y emprender rumbo para pasar un fin de semana en alguna ciudad pequeña y si encima lo que se busca es un lugar con marcha y diversión, Salamanca es la mejor opción para ello. La ciudad universitaria por excelencia ofrece a quienes buscan combinar marcha con exquisiteces gastronómicas un paraíso sin fin y todo a unos precios que no sólo son competitivos, sino que uno tiene la sensación de que el dinero contante y sonante dura mucho más en los bolsillos.

Una buena noche en Salamanca, antes de empezar a dar justa cuenta de las birras y de las bebidas espirituosas, tiene que comenzar, necesariamente, por catar alguna de las infinitas variedades de pinchos que se ofrecen en distintos puntos de la ciudad charra y acompañados, por supuesto, con una buena copa de vino

Los principales locales donde poder darle gusto al paladar se encuentran en la calle Van Dyck, con una excelsa selección de carnes a la brasa y en los aledaños de la Plaza Mayor, con pinchos tradicionales y también más sofisticados para los más sibaritas, aunque personalmente uno prefiere lo de toda la vida, que además es lo más natural y lo más sano, sin tanta química ni tanto montaje deconstructivo.

Y después de haber saciado la gusa, toca darle marcha al cuerpo y a las copas. Ambientes hay como carreras universitarias y mucho más. Salamanca cuenta con más de dos mil locales en los que poder disfrutar de una noche sensacional hasta que el cuerpo aguante o el sueño acabe por vencer al más pintado.

Los sitios más recurrentes para disfrutar de la mejor velada son el Gatsby donde se concentran la mayoría de los estudiantes universitarios. Camelot, un antiguo convento del que conserva una atmósfera medieval donde se organizan conciertos. Kilmt Gallery, con música house, techno y dance. Luego está el mítico Cum laude, con una zona de baile que imita la Plaza Mayor. El Café Moderno, que acoge actividades culturales innovadoras y poco convencionales. El Birdland, con actuaciones musicales o el Café Corrillo, donde si uno aguanta hasta el final de la noche, puede degustar unos delicioso desayunos.

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