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Desde mi escaño

El patadón al juego limpio y a la ley dejando correr a Valentino Rossi

¡Qué doble rasero existe en el deporte de élite! Resulta que el patadón de Valentino Rossi en el Gran Premio de Malasia que derriba a Marc Márquez sólo se sanciona con tres puntos menos para el italiano y que salga el último en la parrilla de la última prueba del campeonato, a celebrar el próximo 8 de noviembre de 2015. Dicho en plata, al corredor transalpino se le concede magnánimamente la oportunidad de conservar su liderato por cuatro puntos sobre Jorge Lorenzo. El circuito Ricardo Tormo, en Cheste, dictará sentencia. Pero algo me dice que no se ha aplicado la justicia debida y no me vale el argumento falaz de que como el beneficiado, en el casa de que se hubiese aplicado la ley a rajatabla, es español raje contra Rossi y contra los jueces encargados de dictaminar el caso.

Digo que existe una doble vara de medir porque estoy convencido que si la famosa patada la hubiera propinado un piloto novato o una medianía en el circo de las motos, la sanción habría sido desde perder todos los puntos logrados en esa prueba o a quedar directamente castigado sin participar en la última prueba del campeonato. Pero claro, es Valentino Rossi y, al margen de estar hablando de una leyenda viva del deporte, resulta que hay muchos intereses publicitarios detrás de este tinglado y a ver cómo las marcas que pagan el espectáculo toleran que uno de sus pilotos estrella no tome parte en Valencia.

Trasladen esto mismo que ha pasado en las motos al fútbol. Temporada 1999-2000, partido de vuelta de las semifinales de Copa del Rey Barcelona-Atlético de Madrid. Los rojiblancos traían una renta de 3-0 lograda en el Vicente Calderón. Los barcelonistas, con alguna baja sensible, tramaron una argucia, aducir que sólo tenían diez jugadores (ni siquiera fueron capaces de alinear un once titular porque no les dio la real gana de tirar del filial), saltaron así al campo y el árbitro, con buen criterio, no dejó disputar el partido y el Comité de Competición dio por perdido el partido y la eliminatoria al Barça, amén de quedarse al año siguiente sin poder participar en la Copa. Pero, ¡ay amigos! llegó Ángel María Villar, presidente de la Real Federación Española e indultó a los culés.

Y, sin embargo, temporada 2013-2014, el Racing de Santander, equipo de Segunda División B. Ya había dejado por el camino a dos Primeras, entre ellos el Sevilla. La plantilla, a pesar de los réditos deportivos, no cobraba y decide, en el partido de vuelta ante la Real Sociedad, plantarse y no jugar para ejercer presión contra la directiva. ¿Qué creen que pasó? No sólo que, lógicamente, perdiese la eliminatoria, sino que la RFEF no fue tan condescendiente y lo dejó sin jugar al año siguiente la Copa del Rey. Un doble rasero descarado y un patadón al marco legal. Si para los modestos se aplica con todo el rigor el peso de la ley, ¿por qué no se hace lo mismo con Rossi o el Barcelona? Porque al final poderoso caballero es Don Dinero y los contratos de publicidad son demasiado jugosos y demasiado volátiles cuando se intenta ser valiente con los poderosos.

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