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Desde mi escaño

¡Vaya tortasso: el pacto de los botellines acaba en una resaca!

El ‘sorpasso’ acabó en ‘tortasso’. Pablo Iglesias debe estar a estas horas de la noche mirando por dónde se le han ido el millón de votos que pensaba le había comprado a Alberto Garzón para, como mínimo, garantizarse una horquilla de 12-15 diputados más de los 69 que había obtenido en las elecciones generales del 20 de diciembre de 2015.

El famoso pacto de los botellines entre el líder de Podemos y el de Izquierda Unida ha acabado en una resaca bestial de la que les va a costar recuperarse. Está claro que ya este 27 de junio de 2016 levantarse de la cama para acudir a las sedes y dar explicaciones detalladas sobre lo ocurrido va a resultar más complicado que ponerse en modo on después de haber venido de disfrutar a lo grande en un todo incluido en el Caribe.

Los podemitas siguen sin darse cuenta de que hacer campañas en negativo, que gritar, que tirar de insultos no tiene efecto entre los votantes. Los ciudadanos han acabado hartos de partidos que sólo saben cargar contra el adversario, poner vetos y derogar lo que ha hecho el partido que aún sigue en el Gobierno. Esas amenazas contra el PP se les han venido en contra a Iglesias, Monedero, Garzón y toda la tribu podemita, amén por supuesto de mentir como bellacos en su catálogo de Ikea prometiendo un maná que no iban a poder repartir ni aún vendiendo en Ebay la camiseta republicana de Iglesias.

El PSOE de Pedro Sánchez salva los muebles porque, más allá de que ha perdido cinco escaños más en relación a los del 20-D. Ha pasado de 90 a 85, pero lo que al sonrisas Profidén le preocupaba era el ‘sorpasso’ y éste no se ha producido y, de propina, se ha encontrado con que su archienemiga Susana Díaz ha perdido en Andalucía con el PP de Moreno Bonilla. Menos mal que al menos en esta ocasión Sánchez no ha tenido el despropósito de calificar de históricos sus resultados.

¿Y qué me cuentan de Rivera? El niño bonito de la política española salvó la cara en una noche que se prometía aciaga en cuanto empezó el recuento oficial. Imagínense, que de tener 40 te dicen que pasas a 21. Un desastre, un descalabro bíblico. Al final 32, y dándose por contento, Eso sí, lo de echar a Rajoy como que, de momento, se le olvidó, máxime porque mientras tú has perdido parlamentarios, el PP los ha ganado y además con claridad meridiana.

Así que con este caldo de cultivo, ¿quién tiene los arrestos necesarios para decirle a Rajoy que se tiene que ir? Si el ganador no sirve, según algunos, entonces mejor no mirar el resto de la clasificación política porque nos puede dar la risa tonta.

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