Confirmado, ZP pasa olímpicamente de todo
El 27 de noviembre, cuando este humilde opinador comenzó su andadura en las procelosas aguas de plasmar sus pensamientos en un blog, tuvo a bien escribir sobre el pensamiento de ZP de crear un Ministerio de Deportes. A modo de introducción, les traigo a colación lo que entonces puse en este primer artículo: "El presidente del Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, quiere crear en la próxima remodelación del gabinete un ministerio de Deportes. Sí señor, así como lo oyen. Como este país no tiene problemas suficientes, no hay crisis económica, ni desempleo crónico, ni nada que se le parezca, pues nada, aquí hay que seguir despilfarrando como si no costara nada. Lo peor del caso es que ni siquiera la idea se le ha ocurrido a él (ni a sus más de 600 asesores). El padre del proyecto es el todavía capitán del equipo de Copa Davis, Emilio Sánchez Vicario, que en la recepción del pasado miércoles 26 de noviembre en el palacio de La Moncloa tuvo a bien sugerir la creación de un ministerio de Deportes y el presidente ZP cogió el guante y prometió que próximamente lo habrá". La conclusión de aquel texto primigenio fue la siguiente: "Si les digo la verdad, Zapatero quiere crear el ministerio de Deportes por varias razones, salir todos los días con los deportistas triunfadores, Gasol, Nadal, Alonso, los clubes de fútbol, baloncesto...estar en la entrega de los más diversos galardones, pero sobre todo por un poderosísimo motivo, porque pasa olímpicamente de los problemas que sufrimos a diario los ciudadanos. Y qué mejor que un ministerio de deportes para demostrar que nuestro presidente es medalla de oro en obviar la dificultades cotidianas de sus administrados".
Bien, eso es lo que resalté negro sobre blanco. Los hechos, tozudos ellos como una mula, y al final ZPentax se ha salido con la suya. Sí, no ha formado ese Ministerio de Deportes, pero es que no le hace falta. El mismo se queda con esa competencia y deja al secretario de Estado de la cosa, el señor Jaime Lissavetzky, como un pelele, alguien que no podrá tomar decisión alguna sin que tenga el visto bueno de este ministro-presidente o presidente-ministro. Está claro que ZP pasa olímpicamente de todo y, como los demás asuntos de Estado van como van, pues él se encargará directamente de gestionar lo único que funcionaba perfectamente en este país. Vamos, que el alcalde de Madrid, el fan número uno del Gran Wyoming ("es muy buenoooooo") ya se puede ir despidiendo de los Juegos Olímpicos del año 2016. Entre la fama de gafe de ZParo y el baboseo mostrado en las fotos con Barck Obama, o mucho cambian las cosas o creo que en Chicago ya pueden ir descorchando millones de botellas de champán para celebrar que será esa ciudad y no la capital española la que albergue el acontecimiento deportivo más importante del planeta.
En este punto, tengo que nombrar necesariamente a uno de los periodistas deportivos que más huella han dejado en la profesión, el incombustible José María García, quien siempre mantenía que los políticos debían estar alejados a la mayor distancia del deporte, máxime si su única pretensión es la de servirse y presumir de los éxitos de los deportistas. Zapatero, que nadie lo dude, quiere hacerse cargo de esta competencia, pero para seguir saliendo en más fotos, en hacerse propaganda, pero tampoco tengan la menor duda de que cuando el sueño de Madrid 2016 se rompa (creo que en octubre es la deliberación del Comité Olímpico Internacional) el presidente acabará abandonando progresivamente su interés por el deporte y volverá a dedicarse en cuerpo y alma a otras cuestiones, siempre y cuando no haya elecciones anticipadas y el pueblo le ponga directamente en la cola del INEM. Pero de momento, insisto, Zapatero pasará olímpicamente de todo, por eso quiere hacerse cargo del Deporte.
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Máximo Medina -