Felicidades a Río 2016. Ánimo para Madrid 2020
Río de Janeiro ha sido la ciudad designada por el Comité Olímpico Internacional para albergar los Juegos Olímpicos del año 2016. Antes que nada, hay que felicitar a la candidatura brasileña porque, independientemente de los factores y leyes no escritos, lo cierto es que ha sabido llevar en todo momento el peso de la presión de ser la máxima favorita para esa elección. Ni siquiera el efecto Obama y el supuesto vuelco que mostraban las casas de apuestas sobre un sprint bestial de Chicago hicieron mella en la expedición sudamericana. Siete años por delante tiene Río de Janeiro para preparar a conciencia el evento. Además, no lo olvidemos, cuenta con el trabajo que deje el Mundial del 2014 en materia de infraestructuras deportivas así como la hotelera y una mejora sensible en las comunicaciones nodales.
Evidentemente, como han señalado muchos analistas, posiblemente de no haber llegado Río a la final y la rival de Madrid hubiese sido otra, bien Chicago o bien Tokio, lo cierto es que la capital española hubiese conseguido a buen seguro ser sede olímpica. Pero la rotación continental que se lleva practicando desde hace más de seis décadas, así como el hecho de que Latinoamérica nunca había albergado unos Juegos, han sido factores decisivos para que los miembros del COI se inclinasen finalmente por Brasil. Hay quienes ya han alzado la voz sobre el afán voraz y acaparador de Brasil, con Juegos y Mundial en un plazo de dos años, pero hay que recordar que no es la primera vez que sucede. México organizó ambos eventos en 1968 (Juegos) y 1970 (Mundial) así como Munich, con los JJOO en 1972 y el Mundial en 1974. Por tanto, el argumento de la voracidad se cae por su propio peso.
Y, obviamente, la pregunta ha de ser la siguiente en el caso de Madrid, ¿y ahora qué? Pues ahora, de momento, habrá que tomar el tiempo prudencial para analizar en frío todo lo que ha sucedido, pero tampoco descartar de entrada la posibilidad de optar a los Juegos de 2020. Todo parece indicar que van a ser muchas las ciudades europeas las que opten a la elección, que será en el año 2013, y para ese entonces la capital española ya tendrá finalizadas todas las infraestructuras, entre ellas el futuro estadio donde jugará el Atlético de Madrid.
Sí, estamos también de acuerdo en que la aventura olímpica ya le ha costado a los madrileños y a los españoles un pico, pero, sinceramente, siempre y cuando no nos metamos de lleno en una crisis económica más profunda, se ha hecho un trabajo excelente a lo largo de todo este tiempo y sería una pena rendirse cuando la meta está más cerca que nunca. Posiblemente el error ha sido competir para la cita de 2016 por el hecho de que Europa acoge los JJOO de 2012 en Londres, pero en el 2020 quieren postularse París y Roma, entre otras, y Madrid, para ese entonces, estará más que preparada para ganar. De todas maneras, ahora toca reflexión y, por supuesto, desear toda la suerte del mundo y felicitar a la que ha sido la brillante ganadora de esta designación, Río de Janeiro.
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Lewis Rogers -