Asunto espumoso...y escabroso
El kafkianismo, la astracanada y el surrealismo se dan cita en Las Teresitas. Técnicos de la Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Canarias detectaron a primera hora del miércoles unas manchas situadas en la orilla que está frente al puesto de la Cruz Roja. Ante la posibilidad de que pudiese tratarse de un hecho similar al detectado el fin de semana pasada que obligó a no recomendar el baño se tomaron muestras que a partir de ahora serán analizadas. Tampoco se sabe si se ha producido algún tipo de percance sobre los bañistas como ocurrió el fin de semana pasado cuando cerca de una veintena de personas sufrieron urticaria tras bañarse. La psicosis por lo ocurrido en estos días parece haber hecho de las suyas y por ello no se quiere descartar ninguna hipótesis. Por ahora tampoco se sabe el resultado de las muestras remitidas a la Facultad de Farmacia de la Universidad de La Laguna y del Instituto Nacional de Toxicología sobre las muestras obtenidas durante estos días en la playa y que supuestamente darán a conocer la causa y origen de estos focos. Por lo pronto desde Emmasa y el Ayuntamiento se descarta que tenga nada que ver con los emisarios submarinos. Hasta aquí, el hecho noticiable.
El problema se ve aumentado desde que la noticia ha saltado ya a los medios nacionales porque nadie entiende como esta capital de provincia ha descuidado hasta los extremos más insospechados el tesoro más valioso que puede tener, el contacto directo con el mar. Posiblemente, y si alguien conoce un caso similar, que me lo haga saber de inmediato, estamos hablando de la única ciudad española con puerto de mar que no dispone en la actualidad de una playa en condiciones a lo largo de su litoral, pero sobre todo que sea un lugar accesible y que pueda dar avío a miles de bañistas un fin de semana o en la temporada veraniega.
Todavía estoy por saber exactamente qué es lo que se pretendía con aquel concurso de ideas para mejorar Las Teresitas. De verdad, permítanme que sea pesado, pero es que para mí no hacía falta desplegar ningún trámite administrativo para llevar a cabo un certamen en el que varios arquitectos pusieran de relieve sus proyectos. Si es que todo está inventado, un paseo que uniese San Andrés con la playa, una mejora de los accesos y de los chiringuitos que hay por fuera de la arena, así como una habilitación de aseos públicos y una mayor presencia policial durante el verano. Con poco se podía haber hecho mucho, pero aquí se nos han vendido otras cosas que, cuando la Justicia las ha declarado ilegales, ahora todos niegan, incluso sacando aviesas campañas publicitarias sobre lo que no se quería hacer en Las Teresitas.
En fin, lo cierto es que todo lo que tiene que ver ahora mismo con la playa está gafado, pero que encima ya no se sepa ni de dónde proceden esas manchas tan igualmente asquerosas como contaminantes supone todo un ejercicio de irresponsabilidad, de ignorancia o de supina caradura por parte de quien tenga que dar las explicaciones. De algún lado deben de proceder esos vertidos, sólo espero que alguna institución o laboratorio independiente tenga el valor de dar las explicaciones pertinentes y los ciudadanos sepamos, por fin, a quién exigirle las resposabilidades.
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Máximo Medina -