Craso error de la gendarmería gala
Lo que nos faltaba. Si hasta la fecha hemos sido muchos los que hemos alabado la eficacia de la policía francesa en materia de lucha antiterrorista, después de la chapucería en relación a los cinco bomberos que fueron confundidos como presuntos miembros de la ETA tenemos que empezar a poner en solfa los métodos utilizados por los agentes galos, aunque también hay que darle un necesario tirón de orejas al departamento de Interior del Ejecutivo español que también contribuyó a la difusión del vídeo de marras. ¿Es que el ministerio que dirige Alfredo Pérez Rubalcaba no tiene un archivo extenso de hipotéticos sospechosos? Está claro que si lo tiene, el viernes alguien falló como una escopeta de feria, pero también lo hicieron los franceses, que cayeron en el craso error de emitir una cinta sin que se contrastase previamente. El daño que se ha causado a estos ciudadanos españoles, que estaban disfrutando tranquilamente de unos días de vacaciones en el país vecino, no ha pasado a mayores gracias a que amigos y familiares, una vez vieron las imágenes y las fotos en los diferentes medios de comunicación se pusieron en contacto con las autoridades pertinentes.
Por supuesto, tampoco se trata de echar por tierra todo el esfuerzo y los méritos de la gendarmería gala. Su labor siempre ha contado con el mayor de los denuedos y sus éxitos en materia antiterrorista han quedado acreditados en muchas ocasiones y, de hecho, no es de extrañar que el Ministerio del Interior francés se haya puesto como meta intentar atrapar lo antes posible a quienes asesinaron hace unos días a un agente en su territorio después de que un grupo de etarras fue sorprendido robando varios coches en un depósito y que sólo uno de los criminales pudiese ser capturado. El resto sigue en busca y captura y las fuerzas de seguridad no se han parado en barras a la hora de identificar y echarle el guante a esos terroristas. Sin embargo, la buena intención se ha teñido de astracanada más propia de la Pantera Rosa que de un cuerpo policial profesional.
Esperemos, no obstante, que estos errores sean puntuales porque, como empecemos a pensar que es la tónica habitual, mal nos va a ir cada vez que queramos pasar unos días de asueto fuera de nuestras fronteras. Además, lo extremadamente preocupante es que estos fallos se están registrando en países de la talla de Francia, Gran Bretaña o Estados Unidos, bien por confusión de un ciudadano brasileño con un supuesto terrorista implicado en los atentados de 7 de julio de 2005 o la utilización de la imagen del político de Izquierda Unida Gaspar Llamazares como retrato robot de la nueva imagen de Bin Laden. Desde luego, sin querer hacer chanzas ni bromas políticamente incorrectas, los gendarmes galos, nunca mejor dicho, han tenido ideas e iniciativas de bombero.
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Máximo Medina -