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Desde mi escaño

El Callejón del Aquí hay Tomate

El Callejón del Aquí hay Tomate

El CD Tenerife, más conocido como el CD Pierderife, se ha metido en un lío de mil pares de narices. No es que ya a estas alturas de competición sea una utopía hablar de ascenso, sino que como siga por esos derroteros, igual en diciembre ya tiene el pasaporte para la Segunda Dvisión B. Los blanquiazules han vivido una semana convulsa, llena de acontecimientos extradeportivos como las acusaciones de chivato con las que Arconada se fue rajando de Toño o un Frente Blanquiazul tildando al técnico donostiarra de basura. Todo reconfortante y, cuando alguien se vino a dar cuenta, resulta que había que personarse en Los Rodeos porque tocaba jugar en Chapín. El resultado de toda esta casa de los líos fue un 2-0 y cero de 15 puntos posibles, amén de la eliminación en la Copa del Rey. La crisis del Tenerife no se ha sabido gestionar con diligencia. Rapadura Concepción ha intentado amarrar hasta el último céntimo con el entrenador saliente y eso le llevó a no poder anunciar que se cargaba al mismo hasta el lunes. El surrealismo es de los grandes porque, entre otras razones, se le obligó a Arconada a dirigir el primer entreno de la semana cuando, en realidad, ya era más que carne de cañón (que cantase Fito y los Fitipaldis). Así, es imposible que nadie pueda centrarse, entre ellos los jugadores que, para el caso que le habían hecho al míster, menos aún se lo iban a hacer con la soga en el cuello. Concepción tiene una salida airosa al embrollo en el que anda metido, traer de nuevo a Oltra, pero el palmero es más seco y con menos emociones que el cantante de Taburiente y sigue en sus trece de no recurrir al favorito de la afición. Miedo me dan los nombres de López Muñiz o de Mandía, que no son preparadores con la experiencia suficiente como para aguantar la doble o triple presión que tendrán en la isla. A los listos del Callejón de Aquí hay Tomate seguro que se les ocurre la genialidad de exigirle al nuevo inquilino del banquillo que luche obligatoriamente por las dos primeras plazas de ascenso. Hombre, con un mes íntegro de competición arrojado ala basura y, por ejemplo, recurriendo al ejemplo del Atlético de Madrid, cuando perdió los tres primeros encuentros o apenas fue capaz de hacer 5 de 18 puntos, el hacer tamaños regalos suele perjudicar en exceso a la hora de alcanzar ambiciosas metas. A día de hoy, viendo el panorama, conformémosnos con salir lo antes posible de la zona de descenso y quizá, con un poco de suerte, estar rondando la sexta plaza y poder luchar por el ascenso vía eliminatorias, pero para eso hay que empezar a ganar y el domingo 3 de octubre nos lo jugamos a una carta...frente al Cartagena.

1 comentario

Lewis Rogers -

Lo escribí en este mismo blog hace unas semanas y me reafirmo: salir de la zona baja de una clasificación no es nada sencillo y lo malo es que el Tenerife se ha metido en una dinámica o costumbre de perder. Tal como está el equipo hoy en día, un empate les parece a los jugadores una quimera y eso demuestra los ánimos de un vestuario trasquilado por los resultados. Cierto es, hay que decirlo abiertamente, que el secretario técnico, y a su vez el presidente que le dio curso, cometió el grave error de contratar a Arconada, cuando de todos es sabido que es un técnico amarrón y no tenía el equipo para esa forma de jugar, pero soslayado ese punto, ahora se impone cambiar el rumbo y buscar la manera de dar la vuelta a la situación, ya sea por el nuevo entrenador o por los propios jugadores en sí. El Tenerife sólo puede pensar en una cosa ahora: conseguir puntos. En estos momentos hasta el mal juego se le puede perdonar si suma puntos. Después ya veremos. Con entrenador o sin él, los jugadores deben demostrar que muchos de ellos estuvieron la temporada pasada en Primera. Eso fue hace sólo unos meses. ¿Ya se olvidaron de la 'mejor' Liga del mundo? Pues vamos listos.