¿Un espectáculo mediático?
Sorpresa y estupefacción. Con esas dos palabras me gustaría definir la encuesta que el pasado domingo realizó en su edición del mediodía la Cadena Ser a nivel nacional. La pregunta que realizaba la emisora del grupo Prisa a sus oyentes era que si consideraban que se estaba haciendo un espectáculo mediático con el rescate de los mineros chilenos atrapados desde hace algunas semanas en un galería del desierto de Atacama.
La verdad es que no soy quien para dar lecciones de deontología, pero la cuestión de marras me parece aberrante de todo punto. Espectáculo y vergüenza mediática, por ejemplo, es todo lo que rodea a Belén Esteban. Eso sí que es deleznable, que las televisiones, radios y revistas pierdan su valioso tiempo en desvelar los cuernos verdaderos y falsos que esta señora ha puesto y también se ha llevado. Pero, en cambio, que haya interés por el futuro de los mineros no sólo es deseable, sino que además nos están dando a todo el planeta una lección de saber sobrevivir en unas condiciones extremas.
El simple testimonio de cualquiera de estos trabajadores vale mucho más que cualquier desdén de la llamada pomposamente princesa de San Blas. Estamos ante personas que se han metido hasta las entrañas de la tierra para poder sostener a sus familias, personas anónimas que tienen vidas normales y que, a buen seguro, después del rescate, querrán seguir teniendo ese estatus de privacidad.
Aquí, en España, pretendemos convertir cualquier bobada en un fenómeno social. Gran Hermano, El marco, etcétera, son espacios donde gente sin necesidades básicas que cubrir, sin preocupaciones, no tiene reparos en mostrar sus miserias a millones de ciudadanos que tienen exactamente el mismo vacío ocupacional que les permite sentarse frente al televisor y observar las evoluciones de cuatro mamarrachos. Eso sí que es un espectáculo mediático, pero un espectáculo ridículo a todas luces.
Los mineros, en cambio, nos están dando una lección diaria de compañerismo, de no ponerse más nerviosos de lo necesario ante el paso de los días y la cercanía de su rescate. Si para la Ser estas personas están haciendo un espectáculo mediático, con su pan se lo coma. Sin duda, estamos ante la noticia más relevante del año, ante la supervivencia física y mental de unos héroes y de unos familiares que han mantenido un comportamiento exquisito, que jamás han negado una palabra o una declaración a cualquiera que se ha acercado hasta ellos en ese campamento de la esperanza y que en nada será del júbilo por ese feliz operación salida a la vida.
2 comentarios
Máximo Medina -
Celso Arteaga -
El debate no es si los mineros están haciendo un espectáculo mediático, sino si los medios lo están (o estáis) tratando como tal. Es bien distinto.
Alabo la defensa a ultranza que hacéis de la libertad de expresión de los medios de comunicación que pretenden informarnos de la tragedia de estos mineros atrapados a la vez que me sorprende que en este mismo blog en entradas anteriores se pueda leer una rígida censura a una producción televisiva, que pretende ser arte como lo es la representación, sobre el accidente de un avión que iba desde Madrid a Gran Canaria. ¿Por qué uno es un espectáculo mediático y otro no?
Antes de que me respondáis, espero que tengáis en cuenta que se abrieron telediarios y fue portada de periódicos nacionales e internacionales el caso de un minero al que le esperan fuera de la mina su mujer y su amante.
Por último, quiero enfatizar que hoy en día se abusa de la palabra héroe. Uno de los últimos que tuvimos por España fue detenido no hace mucho por conducir totalmente ebrio. En lugar de pedir perdón, mostró una actitud prepotente.
Pero vosotros seguid encumbrando a personas anónimas...