Paternidad progre
Los pijo-progres cejateros se apuntan a la moda de la paternidad. Con gran estruendo de bombos, tambores y platillos abrió esta semana la pizpireta Anne Igartiburu su programa diario para darnos cuenta de la paternidad de Miguel Bosé.
- ¡Ah! ¿Pero es que tiene pareja el cantante?
- No, consio (que diría cualquiera de los personajes que tan hábilmente maneja mi tocayo Juan Antonio Padrón Sabina), es que resulta que ha recurrido a un vientre de alquiler. Y no interrumpa más.
- Usted perdone.
Pues lo dicho, que el artista, el hijo de la mamá del pelo azul se ha decantado por esto de ser padre porque era una experiencia vital que deseaba sentir muy en su interior. Bien, perfecto por él, pero ¿y el estricto cumplimiento de la legislación española en esta materia? No se preocupen, no hay mayor problema. Estos pijo-progres conocen a la perfección los mecanismos de la maraña jurídico-legal española en materia de procreación y saben que está prohibido terminantemente recurrir a las madres de alquiler…dentro del territorio nacional. Así que nada, un par de llamaditas a los amigos y una espectacular mujer en la otra punta del mundo, Estados Unidos, por ejemplo, se presta a que le cuelen la semillita en su útero y a esperar nueve meses a que el bebé esté preparado. Vamos, esto es como encargar una pizza a domicilio, pero en vez de esperar nueve minutos, te toca esperar un poco más. Además, con la analogía de que si en el caso del producto italiano puedes elegir los ingredientes, en el caso del niño podrás exigir una serie de peculiaridades físicas.
A mí, lo que me produce asco, repugnancia y hasta llegar al mismísimo vómito es que la Televisión Española, ese engendro que seguimos pagando todos los ciudadanos, dé como normal una práctica que, por lo pronto, no es legal en nuestro país y, al mismo tiempo, podemos encontrarnos a continuación, en los propios servicios informativos, con una elegía del aborto, de lo chachi que es acudir a la farmacia de guardia y que te dispensen la pastillita para evitar el embarazo. Esto es como el que acude a Casa Ricardo, antes de entrar al cine, para que te dispensen 200 gramos de chuches. Igualito.
Lo que haga Bosé en su vida privada, me la refanfinfla, al igual que cualquiera de estos adeptos del clan de la ceja, pero me revienta sobremanera que unos señores que presumen, más abierta o larvadamente, de una determinada condición sexual intenten vender como normal el hecho de tener descendencia. Y no, los hijos no son algo que estén en el expositor del hipermercado o que se encuentren en las rebajas de los grandes almacenes. El milagro de la vida es algo muy diferente a lo que estos patanes intentan hacernos creer. Lo malo, además, es que siempre habrá presentadoras con querencia al cheque para vendernos las cualidades de los vientres de alquiler. Sinceramente dan asco, los unos y las otras.
2 comentarios
Agradecida -
Máximo Medina -