Rubalcaba: Ni rastro de autocrítica
Ni un atisbo de autocrítica. El candidato del PSOE, Aldedo Pérez Rugalcaba, ha colgado en su web, www.rubalcaba.net, un vídeo del acto que celebró hace dos semanas en el Palacio de Congresos de Madrid donde condensa sus propuestas más atractivas y las amenazas más veladas. Eso sí, un denominador común en las llamadas producciones Ferraz, ni un poso de autofustigamiento. Vamos, solo les falta ponerse la medalla de oro al mérito del trabajo, ¡hay que echarle jeta al asunto!
Rugalcaba, el hombre que miente con más sinceridad, como dice el periodista Román Cendoya, nos plantea en su producción bodriográfica una España en la que todos, salvo él y la cuadrilla de los 40 mangantes de la cueva del rojerío, vivamos en una constante austeridad. Es decir, los caraduras y desahogados del puño y de la rosa, los fundadores de la beautiful people, quienes mantenían, como el ex ministro Solchaga, que uno podía hacerse rico en dos días (una fina manera de llamarlo pelotazo), los que se lo han llevado crudo de los Fondos Reservados o los que derrochan millones en mantener y redecorar lujosos despachos, nos piden ahora a los ciudadanos que tenemos que vivir casi como verdaderos ascetas.
Luego, para circunferenciar el cuadrado, un proceso tan intrincado como la cuadratura del círculo, este caballero que pretende gobernar España avisa a los bancos de que van a tener que dar algo más que una somera propina para la creación de empleo. Pero, por favor, ¿quién se va a creer semejante patraña? ¿Tendrán los bemoles suficientes para entrar de lleno en los despachos de los señores Botín, González o Fainés y reclamarles ese diezmo? Eso no se lo cree el químico Alfredo ni con cuatro riojas encima. Pero si el Gobierno socialista ha sido de lejos quien mayor comportamiento pornográfico ha tenido con los bancos, solo ha faltado hacerles lo que ustedes ya se pueden imaginar.
Desde luego, no sé a quién podrá engañar este candidato que, según la ocasión, se viste de Alfredo, de P punto, de Rubalcaba o de todo a la vez, pero es evidente que los españoles ya están demasiado escarmentados de estos socialistas que siempre quieren presentar como original lo que no deja de ser una copia burda de épocas pasadas y plagadas de equis. Desde luego, como decía El Guerrita, hay gente ‘pa to’ y siempre habrá quien crea en las habilidades lingüísticas y verbales de Rubalcaba, pero votar por semejante sujeto es condenar a España a una ruina aún mayor para que los de su cuadrilla sigan enriqueciéndose y no duden que quien se ha encamado con la ETA, se encamaría también con los bancos y hasta con los de Cofidís si hiciese falta.
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Máximo Medina -