El gurú del 15-M se 'pasa' al PSOE
El gurú del movimiento de los indignados, el octogenario Stéphane Hessel, ya ha asomado la patita por debajo de la puerta y deja caer que no todas las fuerzas políticas son iguales y que, ante el panorama actual, lo primordial es apoyar a un partido en concreto, pero dejando claro el mensaje de que después hay que motivar de alguna manera al sistema para que surja esa ‘nueva’ opción política, curiosamente también inclinada peligrosamente a la izquierda, puesto que al final el truco está en crear una revolución contrarrevolucionaria para que nada cambie.
Hessel, al que no le ha importado hacerse la foto y abrazarse cordialmente con José Blanco, portavoz del Gobierno, ministro de Fomento y muñidor del ‘conceto’, insinúa que, visto lo visto, hay que depositar en la urna la papeleta de apoyo al PSOE. Los que jaleaban la tontorrona frase, bueno, en realidad las cuatro palabras de marras, (porque alguno no es capaz de formar una frase simplona o de hacer la o con un canuto) ¡qué no nos representan! se suben al final al carro del socialismo porque no les queda de otra. Su estrategia estaba bien definida desde el 15 de mayo, pero ahora lo es mucho más.
Aquí, que son habas contadas, la estrategia está clara. Son muchos los perroflautas que también quieren tocar poder, llevarse un sueldo de 5.000-6.000 euros al mes, mamar del despachito oficial, vestir de Armani y beber etiqueta negra cada fin de semana, amén del chalecito en la sierra y/o en la playa. Esto se trata de un quítate tú para ponerme yo, pero ante la tesitura de arrastrar al PSOE a la auténtica indigencia electoral, el chamán momificado del 15-M enciende todas las alarmas y quiere reconducir el voto de su muchachada, no vaya a ser que al final el PP no sólo gane, sino que además lo haga por una mayoría al estilo Felipe González en 1982.
En definitiva, todo esto ha sido dar vueltas a un círculo, marear la perdiz y jugar un rato a los triles para intentar engañar a una sociedad que bastante desengañada está con un socialismo que no sólo la ha hecho más pobre, sino que encima se ríe en su mismísima cara presentando a un señor, Rubalcaba, que, a pesar de ser el hombre de confianza de ZP y, por tanto, corresponsable directo del desempleo en España, ahora dice que tiene la fórmula para acabar con el paro. Aquí, la verdad sea dicha, lo único que no representa a los indignados es madrugar, esforzarse, sacrificarse, partir de cero y las ganas de formarse profesional e intelectualmente. Ellos buscan la subvención perpetua, aunque sea a costa de arruinar al Estado, es decir, a los ciudadanos, y Hessel, ante este espectáculo, aplaudiendo con las orejas.
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Máximo Medina -