Los 'inventos' de Vázquez-Figueroa
El autodenominado inventor canario, el señor Alberto Vázquez Figueroa, se propone revolucionar el mundo de la economía con una curiosa propuesta para solucionar de raíz la crisis que nos azota desde hace años. La verdad es que se me ocurren varios adjetivos para calificar su medida, pero prefiero que sean ustedes los primeros en opinar y que se les venga a la mente toda una serie de palabras con las que definir ya no sólo la propuesta, sino también al propio sujeto, una especie de feriante, el clásico Figuras que vemos en todas las barracas de feria a lo largo y ancho de nuestra geografía. El problema es que el escritor no causa, precisamente, tanta gracia, sino una honda preocupación porque siempre habrá quien pueda pasar de las palabras a los hechos. Esta es la reflexión del personaje:
En España no se soluciona nada mientras no se coja a 20 banqueros y 20 políticos y se les ahorque en una plaza pública como escarmiento, para que el resto aprendiesen. Es una cuestión que no digo hipotéticamente sino de forma literal, habría que fusilar a 20 políticos y 20 banqueros. La gente no se para a pensar, creen que las cosas son siempre como han sido, pero no siempre los caminos son los que están marcados.
Reconozco que no soy experto ni lego en cuestiones judiciales, pero ese párrafo supone todo un alegato a favor de la violencia, es apología de la muerte, del asesinato y creo que está penado por la ley con años de cárcel porque, además, incide en el hecho de que no habla de una muerte metafórica, sino que anima precisamente a que suceda un crimen real, bien por la horca o bien mediante un fusilamiento ejecutado, añado yo, por un pelotón que verbigracia el mismo conformaría. Ya que se le ve tan animado
Es comprensible que en estos tiempos de crisis, la indignación nos carcoma a todo, que tengamos ganas de darle estopa a quienes nos han llevado a esta situación demoledora, pero la solución no es ponernos la estrella de sheriff del lugar y empezar a dar garrote vil a todo lo que se mueva. Nada de eso, la solución es jugar con las reglas democráticas que nos da el sistema, manifestaciones, protestas, constitución de nuevos partidos políticos, pero nunca podemos dar por válida la muerte como solución. Se trata de resolver un problema y acabar con él, pero nunca a palos, a tiros o con la horca.
3 comentarios
Máximo Medina -
gomero -
Maria Hernandez -
El mejor que nadie, debería saber, por la edad y sobre todo por su biografía que la solución a los problemas no es matar gente.
No entiendo que se manifieste a favor de la pena de muerte a estas alturas de la Historia.
Esta mas que demostrado que esa no es la solución.
No se quien se cree que es para decidir sobre la vida o la muerte de otras personas, con los mismos derechos y libertades que cualquiera.
¿O es que seria èl quien se encargaría de decidir quienes son esos 20 elegidos? ¿Que criterio seguiría? Me gustaría saberlo...
Y, sobre todo, si es inventor, pues nada, que invente una mejor solución a los problemas. Al menos pasaría a la Historia con honor, pero de esta manera...
@MMariaHs