Conde echa cuentas
Mario Conde desembarca en política. Sí, no se trata de la típica inocentada del 28 de diciembre, sino de una verdad como un templo. El ex banquero, el que fuera todopoderoso presidente de Banesto, da un paso al frente y asegura que si el tiempo juega de su lado, su bautizo de fuego sería en las elecciones gallegas de febrero-marzo de 2013 y después, evidentemente, ya llegaría la cita del 2014 con las Europeas y un año después la doble gran cita, autonómicas y Generales. Ahora bien, habrá que ver qué solidez tiene el proyecto abanderado por Conde y que se presenta bajo el pomposo nombre de Sociedad Civil y Democracia.
El nuevo político se aprovecha de la peculiaridad de España, una nación ideal para levantar de la nada personajes mediáticos a los que deja caer con la misma facilidad y con la misma rapidez. Conde, con todos los respetos, fue ese señor al que muchos jóvenes universitarios de finales de los 80 y principios de los 90 quisieron imitar, un yuppie repeinado y engominado, alguien que se hizo muy poderoso en muy poquito tiempo y que se metió en serios problemas cuando tonteó con la política, concretamente llegó a rondar la sede de Génova y también trató de heredar los rescoldos del partido de Adolfo Suárez. Justo en ese momento, cuando Conde estaba en la cúspide del poder económico, el entonces Gobierno de Felipe González, con Mariano Rubio de Gobernador del Banco de España, pergeñaron un 28 de diciembre de 1993 la intervención de Banesto y el posterior paso por la cárcel del banquero.
Poco a poco, confiando en el rápido paso del tiempo y que la memoria de los ciudadanos suele resultar más bien frágil, Conde fue prodigándose en diferentes mingitorios para volver a reconstruir su imagen pública: conferenciante, escritor, tertuliano y hasta presentador, un perfecto trampolín desde el que dio el salto a la constitución de un invento llamado Sociedad Civil y Democracia con el que ahora ambiciona presentarse a presidente del Gobierno de España y regenerar nuestra sociedad.
Sin embargo, recelo bastante de estos regeneradores, reconversores y rehabilitadores del sistema. A quienes por unas causas o por otras han ido dejando por el camino diferentes partidos políticos, caso de los Vidal Quadras, De Diego, Gil (QEPD), Ruiz-Mateos, etcétera, fueron en su momento gente que compartió preceptos y principios, formaron parte de un sistema enmarañado del que alguna ha sabido sacarle business class. Y ahora, cuando se ven sin partido, se crean asociaciones u organizaciones con las que salvar nuestra patria. Sinceramente, igual que Vidal Quadras no será el reconversor de España, tampoco veo a Conde por ese camino. Nuestra esperanza debe venir de otro lado, de alguien que no haya estado tocado por la varita contaminada del poder.
2 comentarios
Maria Hernandez -
Ya veremos qué pasa en las gallegas, y despues....
No sirve poner el listón tan alto.
Al menos yo no lo veo como presidente de este País, en todo caso como ministro de economía...
Al menos ya sabe lo que es estar en prisión y no pienso que quiera volver...
Quiere hacer el caminito al revés, de la cárcel a la política. Por desgracia hay muchos políticos que seguramente no pisaran la cárcel, aunque haya motivos...ni la cárcel ni las calles, porque van siempre en su coche oficial.
Ponen nombres a sus partidos que son muy "de pueblo": partido "popular" "obrero" "civil", pero no se manchan los zapatos con el polvo de la calle ni por casualidad...
En todo caso, el que mucho abarca poco aprieta y, no se puede tener tantas profesiones (escritor, presentador,...) y hacerlo todo bien.
Creo que lo único que quiere es hacerse famoso, y que se hable de él, aunque sea mal...
@MMariaHs
Máximo Medina -