Hotel fantasma
Hoteles famosos hay por medio mundo y parte del otro. Tenemos alojamientos que han servido de grandes y afamadas películas, como el famoso hotel de la película El Resplandor, donde Jack Nicholson clavaba a la perfección a un perfecto psicópata, un lugar donde nadie, en su sano juicio, se alojaría para pasar siquiera medio segundo. Pues bien, en Tenerife disfrutamos de un complejo que haría las delicias de cualquier director de Hollywood, el famoso hotel de Añaza, un complejo abandonado desde hace más de tres décadas y en el que ya se han producido varios fallecimientos y heridos diversos tras adentrarse en una estructura que nunca llegó a estar operativa.
Y es que sólo hace unos días otra persona tuvo que ser atendida por efectivos sanitarios tras sufrir una caída desde el piso segundo, un capítulo más (y mucho hay que temer que no sea el último) en una larga historia de un establecimiento (si es que así se le puede llamar) que está prácticamente en el esqueleto, pero que son 21 plantas de auténtico riesgo, de peligro de derrumbe en cualquier momento, pero que mientras el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife se decide a tomar cartas en el asunto, los jóvenes, los drogadictos, los sin techo y las parejas sin medios para costearse una pensión para satisfacer sus ansias amatorias se juegan el tipo adentrándose en una infraestructura que es tan segura como caminar por la cuerda floja. Un riesgo tan absurdo como innecesario.
El problema es que este hotel se empezó a levantar a finales de los años 70 gracias a una empresa de capital alemán y que, cuando ya tenía conformado el esqueleto, pero sobrepasando por mucho la altura permitida, los socios capitalistas tomaron las de Villadiego y no pagaron a nadie. Huyeron y desaparecieron igual que una pompa de jabón. Nunca más se supo de ellos salvo la obra de arte que han dejado en la costa de Añaza.
Durante estos más de 30 años, el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife trató de endilgarle el mochuelo al Estado y éste dijo que nones, que ahí la competencia era plenamente municipal. Tal vez, digo yo, será porque esa parte de la costa tinerfeña no ha sabido ser explotada como lugar turístico, porque si no, y ahí tenemos el caso de Cho Vito, miren como rápidamente el Ministerio de Medio Ambiente está presto y dispuesto a traer las palas para derribar unas viviendas supuestamente ilegales. En cambio, un hotel abandonado y donde no hay posibilidad humana de encontrar a sus legítimos dueños, permanece altivo, impertérrito y de pie a la espera de que a alguien en la Casa de los Dragos se le ocurra una idea Pero mientras, jóvenes y no tanto siguen franqueando su umbral con la Espada de Damocles pendiendo sobre sus vidas.
3 comentarios
E. Vinent -
Máximo Medina -
Maria Hernandez -
mas ver semejante mole de hormigon ahí plantada, viendo pasar el tiempo, como la Puerta de Alcalá, como cantaban Victor Manuel y Ana Belen.
Puedo subir a la cima del MontBlanc y, casi, casi, divisarlo con ayuda de unos buenos prismáticos.
No seria mala idea rodar una película de miedo, junto a la Playa del Muerto (apropiado nombre).
Pero nadie osaría realizar semejante Azaña.
Dejando a un lado la broma,
Realmente es una desgracia que, por desidia de los políticos, ya sean municipales, insulares, estatales o de la Cofradía de "yo no he sido", exista semejante monumento a la estupidez, ademas de fantasmal y peligroso.
Quizá, supongo yo que si, en su día, se hubieran pedido responsabilidades....
Si sobrepasaba la altura permitida eso no pudo pasar desapercibido...
Al menos tiene una ventaja para las parejitas que pasan ahí sus noches de hotel gratis.
Y siguiendo con la broma, como no puede ser de otra manera, para poder soportar la actual situacion, quizá la solucion sea llamar a Mazinguer Z, que precisamente hoy, o ayer, cumplió los 40, y con sus: Puños fuera! pues, nada, que lo derribe.
O se lo contamos a la Merkel cuando venga...
En fin...
@MMariaHs