Parados sin estrés
Definitivamente, el ser humano es sorprendente, como decía aquella campaña de Aquarius. Estamos como estamos, con un paro disparado a cotas estratosféricas, pero tenemos todavía en este país llamado España a gente que está habituada a la subvención, al la ayudita oficial (aunque sean 400 euros), antes que ponerse manos a la obra por una cantidad que ronde entre los 700 y los 1.000 euros. Un estudio realizado por una empresa de trabajo temporal, Manpower, concluye que cerca de un 50% de personas consultadas en las Islas Canarias declinarían realizar cualquier labor que estuviese por debajo de los 1.000 euros, incluso estando en situación de desempleo.
Alguien podría pensar que se trata de una broma macabra, de un mal chiste, que es imposible que puede haber personas que no teniendo trabajo rechacen una oferta que, sin ser jugosa, es más apetitosa que estando encerrado entre cuatro paredes esperando a que caiga el maná del cielo, como si éste llegase así, con un simple chasquear de dedos. Pero no, lamentablemente hay una mitad de encuestados que prefiere estar rascándose la barriga y eso resulta preocupante.
También ha hecho mucho mal la concepción política de ayuda al parado, una nimia propina, una limosna ‘acallabocas’ y a no molestar más exigiendo que se articulen mecanismos que ayuden al joven y al parado de larga duración en el mercado laboral. Eso sí, no se miran situaciones ni contextos. Se paga, de momento, igual al joven que vive a la sopa boba en casa de sus padres que igual se le deniega la ayuda a una madre con un hijo pequeño y que no tiene, literalmente, ni para un cartón de leche.
Por supuesto, habrá casos extremos donde a un desempleado se le ofrezca un trabajo a 120 kilómetros de su casa o en otra isla y, ahí sí que estaríamos hablando de lo comido por lo servido. Hace no mucho tiempo, pongamos dos años, recibí una ‘jugosa’ oferta de un canal de televisión en la isla de La Palma. La oferta era 600 euros y encima el coche lo tenía que poner el menda lerenda. Pues entre desplazarse de una isla a otra, el combustible del coche y el alquiler de la casa, me hubiesen quedado, con un poco de suerte, 50 euros para pagar la comida o la factura del móvil. Obviamente, en ese caso, es normal que nadie aceptase un empleo así, pero ya digo que tampoco es la regla general. El problema principal, insisto, es quienes prefieren seguir percibiendo una ayuda ad calendas grecas sin que además les exija buscar empleo. Así no se puede seguir.
3 comentarios
Maria Hernandez -
El tema parece interesante....
Quizá deberías plantearte montar un consultorio sentimentosexual ( vaya palabro)
Y yendo al articulo: seguramente no acompañas foto, en este caso, porque no hay parados sin estrés. Andan todos como locos buscando un empleo hasta debajo de las piedras. Con lo bien que se esta sin trabajar...
Creo que en este caso no se puede generalizar. Es necesario ver cada caso individual y no meter a todos en el mismo saco.
Cada parado, aparte de un numero, es, tambien, un mundo.
Cierto es, ademas, que, generalizando, la mayoría de los parados son extranjeros llegados de otros lares, de todos los países tercer o quatermundistas...que aquí con 400 viven de lujo, a costa de los españolitos que levantaron este país antes de llegar ellos, eso si, si lo comparamos con la realidad que vivían en sus países de origen.
También se da el caso de matrimonios que, aun teniendo ambos empleo con que mantener a sus hijos, pagar sus hipotecas correspondientes (que dan mas quebraderos que los propios hijos), pagar el resto de facturas, IVA21% inclusive, como digo esos matrimonios tienen envidia de los parados...
@MMariaHs
Máximo Medina -
E. Vinent -
Basándome en ofertas profesionales realizadas a mi persona, que es de lo único que puedo hablar con la certeza del 100%, la mayoría de los empleos que se ofrecen son pagados a bajo coste (a veces hasta sin pagar, creyendo que hacen un favor) ya que siempre habrá alguien menos cualificado o con ansias de protagonismo que lo hará a bajo precio e incluso gratis. A todos nos gusta que nuestro trabajo se pague (a ser posible bien) y sobre todo ser respetados en cuestiones de horarios, derechos de autor, etc.
Salvo honrosas excepciones, solo desean mano de obra barata, callados y con la cabeza gacha, les da igual que el negocio prospere o se hunda siempre que los beneficios económicos caigan en el mismo bolsillo.
No creo que un parado con carga familiar reniegue de un trabajo, lo que si creo es que hay mucho "Pseudo-Empresario" con pocas ganas de abonar puntualmente lo que otros han ganado con el sudor de su frente, sus manos, sus teclas o su voz... y aquí si, aquí hay muchos retratados que todos conocemos pero no salen en las encuestas... (Desgraciadamente).
¿Para cuando una lista de empresarios que no pagan a sus empleados?
¿Para cuando una lista de empresas fantasma que tan solo encubren otros negocios más lucrativos?
Diferenciemos a los parados de los "quietos" o relajadoooooos.