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Desde mi escaño

La Ermita, el culto del fin de semana

La Ermita, el culto del fin de semana

Quedarse todo un fin de semana en el barrio cuando se tenían más de 16 años era sinónimo de un aburrimiento asegurado. Prácticamente no había adonde ir, salvo el pequeño supermercado de la esquina para aprovisionarse de litronas, pizzas, refrescos, paquetes de patatas fritas para montarse una fiesta, bien en el parque o bien, con un poco de suerte, en casa de un colega cuyos padres se hubiesen ido de fin de semana, aunque siempre con el riesgo de vecinos chivatos que diesen luego el consabido parte. La otra alternativa era reunirse en alguno de los baretos de la zona, pero entre pensionistas jugando la partida y la sospechosa falta de Fairy y Domestos en esos establecimientos, lo único que quedaba era asumir este contexto o bien pillar pelas e irse al centro, con la consabida negociación previa sobre la hora de regreso al hogar.

Sin embargo, los tiempos han cambiado y hoy los barrios, precisamente, no son sinónimo de aburrimiento, sino más bien de todo lo contrario. Centro comerciales, pubs, simulacros de discotecas, cines, restaurantes a mansalva. En fin, toda una amalgama de ocio para todo el mundo. Tanto es así que casi lo que da ahora es pereza con vistas a salir al centro de la ciudad.

Insisto, la variedad de sitios a los que poder ir en pocos metros a la redonda de tu propio domicilio es casi ilimitada, pero, por ejemplo, en el barrio de Canillas existe un local que poco a poco ha ido ganando en número de adeptos. Se trata de La Ermita, un pub-café-bar que, a muy pocos metros de la estación de metro que da nombre al barrio, en la calle Torquemada, da cobijo a decenas de fieles todos los días, pero con especial relevancia durante los fines de semana.

No sólo estamos hablando de un local donde los precios son de lo más competitivos, sino que además destaca por la exquisita atención de su personal, la buena música, los sábados con actuaciones en vivo, la posibilidad también de disfrutar de los mejores partidos de la Liga gracias a una gran pantalla gigante y la comodidad de la que se disfruta dentro del local. Un recinto pequeño, pero muy acogedor y donde cualquiera de ustedes puede sentirse como en su propia casa. Ahora sólo resta que ustedes se animen a visitarlo, seguro que repetirán.

2 comentarios

Máximo Medina -

Sugerente nombre ese de La Ermita, suena a algo espiritual. Incluso menciona usted 'fieles' y todo. En fin, apuntado queda por si aca...

María -

Yo me apunto!
Sin duda merece la pena peregrinar hasta esta Ermita tan especial.
Recorrer los trescientos y pico Km que me separan y poder disfrutar en tu compañía y la de tus amigos y echarse unas cuantas risas en este local
O esperar al 12 de mayo y ver un, esperemos que disputado y emocionante, partidazo de futbol de Atl. Madrid-Barça, en el local, en lugar de verlo en el Estadio!

@MMariaSp