Bodegas Beronia: 40 años brindando calidad
Si existe una tierra en España donde hay casi más bodegas que habitantes (perdonen ustedes la hipérbole) esa es La Rioja, centro casi por excelencia del vino en nuestro país, aunque con el permiso, evidentemente, de otras denominación de origen, alguna tan cercana como la de Ribera del Duero. Lo cierto es que en la comunidad riojana, si algún problema puede tener el turista que decide optar por una ruta enológica, es, precisamente, saber qué bodega visitar. Y es que si una es buena, la de al lado es excelente y la de más allá ya es calidad suprema. Vamos, que vayan a la bodega que vayan no van a salir decepcionados.
En este espacio ya hemos mencionado en alguna ocasión algunos templos de estos deliciosos caldos que posteriormente, en la tranquilidad del hogar, y con unas excelentes viandas, disfrutamos en la mejor compañía. Esta vez es merecedora de la atención de este modesto bloguero las Bodegas Beronia, una de las más jóvenes de La Rioja, pero que han calado hondo en las preferencias de los entendidos en vinos.
El nombre de Beronia viene, precisamente, en honor a los antiguos pobladores de La Rioja, los berones, un pueblo de origen celta que se asentó por estos lares (tontos no eran, desde luego) allá por el siglo III antes de Jesucristo. Ellos bautizaron esta zona como Beronia y, aparte de dedicarse al noble arte de la guerra, también desarrollaron una nutrida actividad relacionada con la agricultura, la ganadería o la metalurgia.
En la primera mitad de los años 70 del pasado siglo XX fueron miembros de una sociedad gastronómica quienes decidieron hacer realidad un sueño largamente perseguido, la de fundar unas bodegas a las que llamaron Beronia y que ahora cumple 40 esplendorosos años ofreciendo a los consumidores unos caldos de alta calidad. Y es que si bien la experiencia es un grado, también la juventud de estos bodegueros no es óbice para que puedan sorprender a los paladares más exigentes.
Bodegas Beronia se encuentra enclavado en otro de los municipios con mayor tradición vinícola de La Rioja, Ollauri, quizá no tanto al nivel de Haro, pero sí es verdad que acoge un número considerable de bodegas, algunas pensadas para la distribución comercial y otras más centradas en el autoconsumo.
Lo que sí tienen como norma de obligado cumplimiento en Beronia es que nunca la mecanización de ciertos procesos puede erradicar ni el más mínimo ápice de ese aroma a terruño, ese sabor especial que tiene todos y cada uno de los excelsos caldos que salen anualmente de sus barricas. Y es que estamos hablando, he ahí el dato, de más de 6 millones de kilos de uvas que se procesaron en la última cosecha. Algo que haría las delicias de los personajes del cuadro de Los Borrachos.
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