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Desde mi escaño

Barón Rojo: Sentido común y coherencia

Barón Rojo: Sentido común y coherencia

El criterio generalizado en España cuando hablamos de cultura es el de un grupo de artistas que vive enganchado a la droga de la subvención, de la mamandurria oficial. Películas o exposiciones que apenas reciben público, pero a cuyos creadores casi que les viene dando igual, lo esencial es haber recibido en sus cuentas corrientes el parné de la administración de turno. La calidad para ellos es lo de menos, lo fundamental es poder tener el sustento económico para luego, evidentemente, pagar otro tipo de favores o de escraches.

Sin embargo, existen verdaderos desertores de ese oficialismo, que huyen como alma que lleva el diablo del cheque institucional, que lo único que quieren es conquistar al público por su arte. Les hablo de Barón Rojo, una mítica banda de rock duro que, tal y como sus componentes reconocen, jamás han necesitado una subvención para nada en 33 años.

Hace sólo unos días, en la presentación del que es su nuevo disco, aseguraron sin dudar que "la cultura debe ser autónoma, en ningún modo debe estar manipulada por el poder político. No nos tienen que ayudar, las artes se tienen que mantener por sí mismas, y si no interesa lo que haces, tiene que aparecer otro que sí interese, de manera que todo lo que sean subvenciones y ayudas me parece que es favorecer las corruptelas tremendas de los amiguismos".

Armando de Castro, alma máter de la banda, ha recalcado que "el rock en España nunca ha dejado de llenar festivales y mover gente, con ayuda pública y atención de los medios o sin ella, pues siempre ha funcionado de manera autónoma y muy de espaldas a la cultura oficial". "El rock lleva ya un montón de años sobreviviendo y va a seguir así con sus crestas y sus valles".

Más claro, evidentemente, el agua. Barón Rojo demuestra tener una coherencia a prueba de bombas y a quien no le guste…que le eche azúcar. Ya era hora que alguien saliera a la palestra a decir claramente que la cultura no tiene que estar manejada ni subvencionada por Gobierno alguno, entre otras razones porque al final todo tiene un precio, una contraprestación. ¿O alguien cree que tanto cineasta o literato apesebrado por las subvenciones de ZP era libre luego de pensar lo que quisiera? De eso nada, y ahí están los vídeos que demuestran como el dinero de la cultura era para los cuatro de siempre.

1 comentario

Cachondeo -

Esto es un cachondeo. Así que la cultura de un país no puede subvencionarse (estamos hablando de cultura, CULTURA, que no solo genera beneficios económicos, sino beneficios difíciles de cuantificar, como que en Corea tras ver las películas de Almodóvar o los cuadros de un determinado pintor haya un interés por visitar nuestro país), pero no hablamos nada del dinero que recibe la Iglesia Católica (siguiendo la teoría del grupo Barón Rojo, estaremos de acuerdo que tienen que ser los católicos los que financien su asociación y no todos los españoles) ni los impuestos que está exenta de pagar.
Y luego nos quejaremos por el desplome de la marca España, si lo que se consume aquí y lo poco que perviviría sin ayudas sería Gran Hermano y Torrente. Y no sé a qué se refiere con el término "calidad" ni la formación que tiene para juzgar productos artísticos...
Pues sí, Marca España, semos así...