Florentino Pérez y la cantera
El Real Madrid ya tiene de nuevo presidente. Bueno, en realidad no lo ha dejado de tener. Florentino Pérez no es que haya ganado por goleada, es que ha arrasado antes de que se abrieran las urnas, de tal manera que ni falta ha hecho que se hagan elecciones. El mandatario merengue, en su reentré en la casa blanca, allá por el año 2009, supo poner los mecanismos necesarios para perpetuar su poder hasta cansarse de permanecer en el cargo. Eso sí, con la connivencia de unos socios que admitieron a trámite todas y cada una de las propuestas del mandamás blanco, entre ellas la de que había que tener más de 20 años de antigüedad como socio y avalar una purriada de millones para poder presentarse a presidente. ¿Resultado? Que al final no hay rival para Florentino.
Es verdad que la presencia del actual mandatario en el club de Concha Espina le ha dado una estabilidad a la entidad merengue, que al menos han quedado en el olvido los mangoneos de dos años largos del señor Ramón Calderón, desde el supuesto amaño electoral hasta aquella esperpéntica junta general de socios en la que por no faltar nadie, había hasta un socio ¡¡¡del Atlético de Madrid!!! Sin embargo, los socios empiezan a ver que falta algo importante en el club, en la parcela deportiva, que haya un proyecto serio que incluya de una vez por todas a la cantera.
Y es que el Real Madrid ha dejado escapar en los últimos años a un número de canteranos con los que se podría formar un verdadero equipazo. Sin embargo, en la etapa de Calderón y los años de Florentino (el de los Zidanes y Pavones) han pasado a reforzar a otros clubes gente como Diego López, Negredo, Soldado, Juanfrán, Mata, Filipe Luis, Carvajal, Rico y un largo etcétera que veían como se le daba oportunidades a veces a medianías que venían con un sobrevalorado caché y que no había los redaños suficientes para dejar a ese crack internacional en el banquillo.
La última etapa, la de los tres últimos años de Mou en el banquillo, han sido los de la destrucción de la cantera, la de no dar apenas chance a lo que se producía en Valdebebas. De paso, tampoco hubo mayor empacho por parte del técnico luso en poner de vuelta y media al entrenador del Real Madrid B, Alberto Toril, por entender que estaba posicionando mal a los jugadores. El remate fue cuando llegó a llevarse a convocatorias a chavales del C para el primer equipo. A eso se le llama cargarse el futuro de la entidad, pero a Florentino eso parecía traerle sin cuidado. Pues mucho ojo, que ya ha sufrido el Real Madrid lo que supone despreciar la cantera, que a la larga otros equipos pescan en ese caladero desaprovechado, mientras en la planta noble disparan una Bale a la desesperada en busca de la Décima.
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Lewis Rogers -