Pase lo que pase, ya son nuestras campeonas

¡Qué grandes son nuestras chicas de fútbol! Segunda participación en la Eurocopa y se han metido por derecho pleno en los cuartos de final. Hoy tendrán frente a ellas a las poderosas noruegas, un conjunto mucho más experimentado que las españolas, pero, desde luego, que les quiten, que nos quiten, lo bailado (o lo jugado). Si ya fue todo un logro poder meterse en esta fase final del europeo sueco, ya ni les cuento lo que es poder gozar a tope de haber alcanzado la segunda plaza del campeonato, con una derrota por la mínima, un empate y un triunfo,

Estamos acostumbrados a los éxitos del balompié masculino, con tres grandes citas ganadas de manera consecutiva y, claro está, lo del fútbol femenino parece que se queda corto o no llena el celebrar por todo lo alto la simple clasificación para un torneo de estas características. Pero España no sólo ha sido de los 12 países concurrentes a esta competición, sino que además ha concluido la primera fase rayando a un nivel más que aceptable. Otra cosa será lo que pase este mismo lunes 22 de julio ante Noruega, pero de momento disfrutemos del presente.

Las chicas de la Furia Roja sabían que tenían en su mano el poder clasificarse para la segunda fase, pero les esperaba como último escollo un cuadro ruso que también atesoraba sus opciones de meterse en la ronda siguiente. A las nuestras, el empate les valía, pero como ellas, imitando el ejemplo de ese estudiante que siempre va a por nota, salieron como si en la victoria les fuese la vida y lograron adelantarse en la contienda. Lástima que terminando la primera parte, las rusas consiguieran equilibrar el encuentro y a partir de ahí, pese a oportunidades de unas y otras, no hubo más goles, lo que al fin y a la postre nos daba el pasaporte a los cuartos.

¿Y qué futuro puede tener la España futbolera femenina a niveles de selección? Pues bastante. Las jovencitas vienen apretando y están consiguiendo en las categorías inferiores importantes logros, lo que a medio plazo se puede traducir en un salto de calidad importante para el combinado absoluto. Desde luego, no hay que dejar caducar a las nuevas hornadas; prometen tiempos de alegrías y, por qué no, de gloria para nuestro balompié femenino.