'Tontófila' Martínez

Mira que los médicos dicen que en verano hay que protegerse de los calores, que estar expuesto demasiado tiempo al astro rey provoca insolaciones y, lo más importante, hace que digamos estupideces de gran calado. Y claro, cuando resulta que eres la alcaldesa de una gran ciudad como Cádiz y te pones a soltar por esa boquita de piñón que tienes, querida Teófila, chorradas como la que hace un par de días tuviste a bien decir pues pasa eso, que o bien te ha dado un tremendo golpe de calor o es que eres una boba solemne, máxime cuando el patio está como está.

Para quienes no lo sepan, a la primera edil de la tacita de plata no se le ocurrió mejor frase que decir que a pesar de que hay mucha gente que tiene hambre y que está en paro, resulta que tiene cuenta en Twitter y eso cuesta dinero. Díganme ustedes si es o no una tremenda parida la de esta política del PP que, dicho sea de paso, parece seguir al dedillo el manual de las chapuzas en comunicación que deben de editar en la planta noble de Génova 13. No se entiende tan poco criterio y tan poca consistencia.

 Mire usted, flamante alcaldesa de Cádiz. Twitter es una red social que no cuesta un solo céntimo, exactamente igual que muchísimos, infinitos sitios en Internet. Otra cosa es la posibilidad de conectarse, que eso sí que puede costar pasta gansa, pero da la casualidad de que su ciudad cuenta con muchos puntos de conexión gratuita, vamos que se puede estar disfrutando tranquilamente en una terraza tuiteando y tomando a la par una generosa ración de pescaíto frito y una refrescante cerveza.

Luego se extrañan ustedes de la inquina que se le tiene al PP, pero es que desde luego usted, señora Teófila Martínez, se suma a la ya larga lista de dirigentes de peso de su formación que han tenido a bien (o a mal) meter la pata hasta el corvejón con frases nada afortunadas, algunas incluso dichas en sede parlamentaria, como el ya célebre y triste “¡qué se jodan!” que espetó desde su escaño la señora Andrea Fabra. Pero bueno, parece que en el PP sigue abierta esa competición con premio ignoto a ver quién dice la tontería mayor. Por falta de candidatos, evidentemente, no va a ser, sólo falta saber quién será el siguiente en meter la gamba.