Gol T se marca un tanto

El fútbol femenino en España está de enhorabuena. Gol TV, un canal privado que se juega los cuartos cada temporada con la compra de los derechos del fútbol de Primera División, ha cerrado un acuerdo para empezar a retransmitir un partido por jornada de la Superliga femenina, algo que debería de sonrojar, por ejemplo a una cadena pública como Teledeporte que, lejos de ser un canal temático, se ha convertido en una especie de contenedor donde te puedes encontrar de todo…hasta partidos del siglo pasado o para que Sergio Ramos felicite a las jugadoras de waterpolo por su mundial…varias semanas después (el jugador del Real Madrid creía que estaba viendo un partido en directo).

Qué duda cabe de que el papel estelar de la Selección Española femenina en el último europeo ha motivado un creciente interés por un fútbol que en otros países está asumido como un evento insoslayable y que las televisiones han sabido rentabilizar. Aquí, tampoco vamos a engañarnos, aún estamos en pañales en ese aspecto, pero por algún sitio habrá que empezar y si un canal como Gol TV apuesta por cubrir esta competición es porque rentable debe de ser. Lo que toca ahora es saber como presentar el producto de manera atractiva y que enganche a los abonados.

Seguramente, a raíz de poner el fútbol femenino español en el escaparate televisivo, tengo la certeza de que una entidad como el Real Madrid, sin sección femenina en el deporte del balompié, se animará a crearla y a poder disputarle de tú a tú los entorchados al Bilbao, Levante o Barcelona, amén de tener enfrente a un Atlético Féminas que también ha sido uno de los grandes de la Superliga.

Y quien diga que el fútbol femenino no interesa en España es que miente como un cosaco. Un estadio mítico como fue el vetusto y ya desaparecido San Mamés congregó hace unos meses a más de 30.000 espectadores para contemplar el choque definitivo entre el Bilbao y el Barcelona por el título de Liga. Sólo es cuestión de saber vender un poco mejor este producto y tanto televisiones como patrocinadores sabrán sacarle provecho a la par que redunda en el beneficio de unos equipos que podrán invertir los ingresos en mejorar las instalaciones, diseñar mejores viajes y, en definitiva, tener el mismo estatus de profesionalidad que sus compañeros masculinos.