Fabra, albacea a la fuerza de Canal 9
Canal 9 se funde a negro. Alberto Fabra, presidente de la Generalitat valenciana, no ha tenido más remedio que proceder al cierre de la cadena porque el Tribunal Superior de Justicia ha declarado nulo el ERE en esta televisión y eso supondría tener que abonar 40 millones de euros de golpe y porrazo, amén de luego aumentar el gasto de personal en torno a los 70 millones de euros, cifras inasumibles para una Comunidad que ahora mismo no está en su mejor momento económico precisamente.
Hablamos de que 1.700 periodistas se quedan en la calle (bueno, en realidad un millar ya lo estaban por efecto de ese ERE maldito), una cifra brutal porque ya hay más de diez mil compañeros que se han quedado a verlas venir en todo el país y las posibilidades de volver a trabajar en otro medio son cada vez más remotas. La situación de crisis ha provocado que las empresas periodísticas recojan velas y miren al dedillo cualquier tipo de despilfarro…por muy pequeño que pueda ser éste.
Sin embargo, a pesar de la pena que me da ver a otros tantos compañeros de fatigas tener que buscarse el plato de garbanzos, es verdad que en el caso de Canal 9 se veía venir este desastre. Los políticos, empeñados en hacer de las televisiones autonómicas su caprichoso juguete, han ido encareciéndolas a base de meter más y más personal hasta hacerlas financieramente insostenibles. Desde Joan Lerma, a Paco Camps, pasando por Eduardo Zaplana, la tele pública valenciana se ha convertido en un festival del derroche, con casi dos mil empleados en nómina y, claro, esto le ha estallado de lleno a un Alberto Fabra al que no le ha quedado otra que actuar de albacea de esta televisión.
El otro día lo explicaba muy bien Alfonso Merlos. Con un ejemplo muy gráfico decía que donde él, para su informativo, dispone de tres cámaras y algún ayudante, en Canal 9 o en cualquier otra televisión autonómica llegaba a existir la figura del ayudante, del ayudante del ayudante. Sí, puede parecer extremo, pero no. Hay datos que corroboran que mientras en una televisión privada como es Telecinco no hay más de tres o cuatro trabajadores en recepción, en C9 tenías hasta medio millar. Claro, con el dinero de todos los valencianos en este caso se dispara sin miramiento, pero al final la pólvora también se agota y sólo queda poner la sepultura al invento. Lo siento por esos compañeros que se quedan sin ese sueldo más o menos apañado porque ellos no tienen culpa alguna de las veleidades políticas, mas no así por aquella caterva de enchufados que, tarde o temprano, acabarán encontrando acomodo en cualquier otro puesto porque así se pagan los ‘cariños (in)quebrantables’.
1 comentario
Anónimo -
Hace 'fabra' ser hipócrita !
@MMariaSp