Sabia decisión: El Atleti se desprende de Villa

Villa sólo ha durado una temporada en el Atlético de Madrid y, a tenor del resultado ofrecido, hace bien el conjunto de la ribera del Manzanares en no ejecutar la opción de los dos años siguientes que tenía para que el jugador asturiano siguiera ligado a la disciplina rojiblanca. Sí, de acuerdo que el punta ha anotado casi 20 goles, que se ha partido el pecho en los partidos, pero físicamente no llegaba a lo que pedía Simeone y aún así, como premio, Vicente del Bosque lo ha convocado para estar en el Mundial de Brasil (otro caso más de ataque de entrenador que, además, asienta con la convocatoria de Fernando Torres).

Siempre sostuve la teoría de que la llegada de Villa al Atlético de Madrid había salido muy barata para las arcas del cuadro madrileño. El Barcelona, tras la gravísima lesión del jugador, no sabía cómo quitárselo de en medio y halló una fórmula fantástica, que era traspasarlo al Atlético de Madrid a razón de 5 millones, abonando dos el primer año, dos el segundo y uno el tercero. Eso sí, lo que ya cobraba David Villa, ligeramente rebajado, eso era innegociable.

La trampa estaba en que Villa, pese a llegar como el sucesor de Radamel Falcao, no se encontraba en las mejores condiciones físicas y el entrenador atlético ya lo detectó desde el primer día poniéndole un plan especial de entrenamiento porque, de lo contrario, no iba a estar a la altura del resto de sus compañeros. Y, desde luego, la tónica habitual ha sido que a lo largo toda la campaña el jugador apenas ha podido disputar un partido por completo (casi a excepción hecha de la final de Champions frente al Real Madrid).

Desde luego, no se le va a negar que ha aportado su granito de arena a la fantástica temporada en el conjunto del Manzanares, pero no ha sido ni de lejos ese jugador desequilibrante y decisivo. Eso sí, en su haber queda la humildad con la que ha aceptado su puesto de segundón, saliendo muchas veces desde el banquillo y haciendo grupo, algo que, en el caso de la posible llegada de Roberto Soldado me extrañaría sobremanera. Y es que hay jugadores que se creen que tienen la eterna vitola de estrellas imprescindibles y la historia dicta sentencia contra quien va de estrellita cuando ya está en el descenso de su carrera.