Monedero ya no tiene cambio ni vuelta atrás ideológica
El señor Juan Carlos Monedero (el hombre que siempre tiene suelto), por higiene mental, política y moral, debería de haber presentado a estas horas su dimisión irrevocable como miembro de Podemos y, de propina (alguna moneda le debe quedar), no regresar por nunca jamás a la política, amén de que asuma todos los cargos que deberían de caerle por sus repugnantes, repulsivas e intolerables afirmaciones en las que imputa a la Policía haber trapicheado con drogas para que la juventud vasca se colocara y no tuviera la tentación de simpatizar con determinadas opciones políticas como la que representaba ETA, una política basada en la capucha y el tiro en la nuca.
Monedero es un tipo siniestro, capaz de vender, si fuera preciso, a su madre. No tiene escrúpulos, es un explotador laboral nato y Dios nos cogiera confesados si él tuviera algún tipo de responsabilidad en un Gobierno. La tiranía y la esclavitud serían sus piedra filosofales sobre las que reposaría su programa económico, amén, seguramente, de incitar a fusilamientos en el paredón o en plena plaza pública a aquellos que le lleven la contraria. Monedero es un sujeto que fantasea con darle el pasaporte a Vargas Llosa, pero no para que retorne a Perú, sino a otro destino más lejano, al cadalso.
Este engendro que ha salido de esa hornada podrida de profesores de la Complutense que dedican más tiempo al panfletismo y a la quema de contenedores, así como a incentivar a los alumnos a convertir el campus de Ciencias Políticas en una escombrera permanente, pretende presentarse a alcalde de Madrid. Sí, Monedero, más falso que un euro de madera, busca apoltronarse con todo lujo de detalles en el fastuoso Palacio de Cibeles porque, al igual que a sus admirados camaradas comunistones, no le gusta el sistema, pero sí disfrutar de sus lujos.
Afortunadamente, las redes sociales son implacables y al lugarteniente de Iglesias le han cogido con el carrito del helado. De paso, lo que tendría que hacer la Justicia es empapelar al Coletas y a Monedero por apología de la violencia y del terrorismo. El eurodiputado reclamaba ir a cazar fachas y Monedero ponía a la Policía como trapicheadora de drogas y justificaba los asesinatos de camellos a manos de ETA, ¿De verdad que estos son los regeneradores del sistema? Para nada, lo único que quieren es dinamitarlo, así que a ver si aprendemos y no nos tomamos a chacota la próxima cita electoral.
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Avergonzado -