Paradojas jurídicas: A Pujol le dan el alto
Se acabó el tiempo al clan de los Pujol y a quienes han heredado su putrefacto legado, es decir Artur Mas y sus mariachis. Lo que ha pasado en Cataluña en estos últimos siete lustros es la historia de una mafia perfectamente organizada, preparada para asaltar al contribuyente y al Estado con la excusa de que Madrid nos roba. Pero el cuento ya no cuela más. La Justicia ha hablado y ya le ha dicho al abuelote de Casa Tarradellas que se acabó el cachondeo y el próximo 27 de enero de 2015 tendrá que dar la cara ante el juez para que cuente con pelos y señales de dónde sale todo su rico patrimonio.
Con los Pujol siempre funcionó esa máxima de que en Cataluña se votaba en clave nacionalista porque, aunque robasen igual que los otros partidos, resulta que estos de Convergencia y Unión lo hacían con más gracia y donaire. No es lo mismo que te quite la cartera un vulgar presidente sevillano que un catalán de puro raza. Luego la especie fue degenerando con el tripartito y llegó a ocupar el cargo el analfabeto y bachiller de José Montilla, un cordobés con menos luces que una patera en alta mar.
Lo importante de todo es que el Gobierno de España no deje escapar la presa y se ponga muy en firme a la cuestión. En Haciendo alguien ha estado haciendo el primo o el Don Tancredo a lo largo de estos 35 años permitiendo que los Pujol y compañía perpetrasen latrocinios para su mayor gloria y nadie desde el Estado ha sido capaz de darle el alto a esta panda de corsarios estelados, tipos que han ido engordando su patrimonio con la misma velocidad que sus ciudadanos iban perdiendo derechos, empleos y prestaciones. Porque, claro, el nacionalismo y el separatismo tienen un precio muy caro.
Será un placer que llegue 2015 y que enero pase lo más rápido posible para ver a este aspirante de mini Padrino comparecer ante el magistrado y rendir cuentas. A ver si el molt honorable tiene ahora lo que hay que tener para decirle a su señoría eso de que qué coño es la UDEF. Está claro que la insolencia se la pudo soltar a Susanna Griso y quedarse el tipo tan ancho (tan alto es casi imposible). Ahora las cámaras también van a estar pendientes de él, pero seguro que no es lo mismo que estar en un plató de televisión y con la deslumbrante presentadora de Espejo Público preguntándote sin tanto tecnicismo jurídico.
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