Podemos: Ni una bandera española ni una sola explicación de sus mangancias
Ya no engañan a nadie. La pandilla que conforma Podemos y los acólitos que van tras ellos como las ratas marchaban tras el flautista de Hamelín han demostrado cuál es su idea para España. A ellos no les interesa la situación de este país. Los Pablo Iglesias, Monedero, Errejón, Bescansa o Alegre consideran que el patriotismo es algo ya superado, una noción del más rancio abolengo, seguramente pensando que quien pueda sentir los colores y la esencia de ser español es, simplemente, un facha y un franquista de tomo y lomo.
Quien suscribe esta tribuna, para no hacerlo de oídas o por lo que puedan contar las televisiones o las radios, quiso estar en la Puerta del Sol y ver realmente qué se cocía allí, comprobar si íbamos a asistir al advenimiento del nuevo Mesías que iba a salvar a España de la maldición de las siete plagas. Pero no, lo que había allí era una reunión de chusma variopinta con mensajes tan originales como Casta, devuélvenos la pasta, Insultos diversos contra el PP (alguno también contra el PSOE) y, lo más llamativo, ni una bandera española. Las había de todos los colores, republicanas, comunistas, griegas, alguna venezolana, pero la rojigualda brillaba por su ausencia.
Insisto, a estos de Podemos les da igual gobernar Grecia que España. Lo único que quieren es tocar poder para poder tener acceso a la caja de caudales y repartírsela entre ello. No están por la labor, ni mucho menos, de la regeneración democrática. Sin haber tocado pelo de poder ya tienen tras de sí un historial que atufa a producto caducado y peligroso para ser consumido como la empresa Con Mano Izquierda de Pablete (el mismo que se trincaba la pasta con la derecha), los pagos sin facturas de Monedero-Billetero, la beca-black del niño pera Íñigo Errejón. Sin embargo, esta pandilla de golfantes no sólo se mantienen en sus trece de atacar a la casta, sino que ocultan y camuflan sus corrupciones a ver si siguen engañando a jóvenes incautos que compren su discurso falaz y simplista.
Sinceramente, la concentración de Podemos, donde incluso sus líderes se mantuvieron en un discretísimo segundo plano, me recordaba a las manifestaciones de los años 1976 y 1977 de los comunistas, con la diferencia de que antes de ser legalizados tenían sus razones para sentirse discriminados, pero ahora las reglas del juego democrático son iguales para todos. Pero la muchachada de Pablo Iglesias actúa al igual que un quinqui de barrio, entrar por la fuerza y romper lo que sea hasta conseguir su propósito. Lo bueno es que los españoles aún tenemos tiempo de no caer en la misma trampa en la que cayeron venezolanos y ahora los griegos.
1 comentario
sergio Blasco -
La patria no es más que una entelequia creada con el objetivo de que las mayorías luchen e incluso den la vida por los beneficios de una minoría.
Habrá patriotas que se ofendan por no ver banderas. Hay personas que también consideran un insulto a la inteligencia humana el intentar abarcar los sentimientos de 40 millones de personas en un trozo de tela.