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Desde mi escaño

Las hostias mediáticas de Sor Lucía Caram al golfo del Pequeño Nicolás

No le gusta al Pequeño Nicolás toparse con personas que le enmienden la plana y mucho menos si el rapapolvo se lo dan en un plató de televisión. Pues bien, este golfante y chorizo se topó en ‘Las Mañanas de Cuatro’ con la horma de su zapato. Y es que el lenguaraz personaje no pensaba que se iba a marchas calentito con la monja Sor Lucía Caram. La religiosa, muy peculiar ella, le soltó sin pelos en la lengua que el tipo era un delincuente por decir que uno aprovecha la política en beneficio propio. Hay que tener jeta para soltar tremenda imbecilidad y encima creer que el personal le va a aplaudir. Se llevó, y nunca mejor dicho, hostias mediáticas de todos los colores, por listo.

Este golfo sin escrúpulos conocidos es capaz de decir que trabaja a las órdenes de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría como que puede haber estado en el magnicidio de Johh F. Kennedy. Por inventarse, que no quede. Lo que pasa es que la carrera de este elemento, que amenaza tanto o más que otro sinvergüenza como Bárcenas con llenar de papeles las redacciones de los medios de comunicación para probar que el PP era la fiesta de los sobres en negro, cada vez tiene menos recorrido porque, entre otras razones, al igual que le sucede a Monedero, no nos vale la palabra, sino los documentos contantes y sonantes. Imagínense si creyésemos a pies juntillas de la palabra del primer desconocido que se nos planta en una oficina y nos dice que sabe quién está detrás del 11-M. Es como si mañana digo que yo, en realidad, soy Dios y ustedes deben creérselo a pies juntillas. Pues como que no, ¿verdad?

De veras, Doña Lucía estuvo inconmensurable poniendo a este sujeto en su sitio, un elemento que además conoce poco la palabra educación, pero tampoco puede extrañarnos en alguien que es capaz de falsificar su propia vida para vivir la de vaya a saber usted quien. Vamos, a este le dejan llegar más lejos y acaba creyéndose el mismísimo presidente del Gobierno, aunque no crean que ha estado lejos. Sin ir más lejos dejó correr el bulo que era hijo de Don Juan Carlos I. Hombre, Su Majestad tenía la escopeta siempre a punto, pero no le veo capaz de engendrar a semejante fantasma.

2 comentarios

Raluca -

Tienes mucho tiempo libre, idiota!

Massiel -

Este mindungui y nosotr@s necessitamos mas Sor Lucias ... a ver si tambien se atreviese con una manifestacion de Sor Lucias